Blog de Bruno

Federico García Lorca es uno de los autores clásicos que más he disfrutado. Sus obras emblemáticas LA CASA DE BERNARDA ALBA,  BODAS DE SANGRE o POETA EN NUEVA YORK, que leí de estudiante, hicieron que este autor quedara en mi imaginario para siempre. Tuve la suerte de trabajar en la agencia Mercedes Casanovas cuando empecé en este mundo, tan solo con 18 años, y ella gestionaba los derechos de los herederos de Lorca. No sabéis cómo me sentía pudiendo participar en el proceso de gestión de las obras de uno de mis escritores favoritos. Un lujo, una pasión, parte de un sueño. La combinación perfecta para ir enamorándome de este negocio tan particular que es ser agente literario. Y creo que Lorca tuvo algo que ver en que me quedase allí.

Ahora que Víctor Amela, un autor emblemático al que represento con mucho orgullo desde hace años, vuelve a profundizar en el personaje de LORCA en su nueva novela SI YO ME PIERDO, que publica Destino, me hace pensar que mi affaire con Lorca no es casualidad. La misma sensación tuve después de leer la primera novela que Víctor hizo del poeta, YO PUDE SALVAR A LORCA. Descubrí cosas muy interesantes de este carismático personaje, cuyo retrato he acabado de completar al sumergirme en SI YO ME PIERDO. En esta novela Víctor nos cuenta los 98 días más felices y desconocidos de la vida del poeta en la Cuba dorada de 1930. Ha sido, sin duda, una de las lecturas más apasionantes de este año. No en vano es de los mejores periodistas del país y un escritor maravilloso.

Federico García Lorca desembarcó en Cuba procedente de Nueva York en marzo de 1930, invitado por una semana. Pero discurrieron más de tres meses hasta que el poeta andaluz decidió volver a España, embriagado de música y belleza caribeñas, soneros y santeros, terrazas y palmeras, ron blanco, sensualidad negra y noches de Malecón.

¿Qué hizo el poeta en «los días más felices de mi vida», como definió sus días cubanos? ¿Cómo Cuba tiñó la obra, la persona y el destino de Federico? «Si yo me pierdo —advirtió por carta a sus padres— que me busquen en Cuba.» Y se perdió. ¿Para encontrarse? Esta novela lo cuenta, y puedes oler esa Cuba de los 30 y sentir una felicidad que casi nunca hemos visto en Lorca, que solo allí supo expresarla. La gran pregunta es: ¿Por qué no se quedó allí para siempre? ¿Qué le empujó a volver? Víctor Amela nos lo explica en esta novela que será un homenaje para los lectores del escritor y una puerta de entrada al universo lorquiano para los que no lo son. Al fin y al cabo, es un acercamiento a la cara más oculta de un poeta que a nadie deja indiferente.

Escribir libros infantiles es una de las cosas más difíciles que uno puede imaginar. Quizás desde fuera puede parecer fácil, pero coger el ritmo, el tono y el discurso perfecto para estos exigentes lectores de a partir de 10 años es una tarea complicada. Por suerte, Sacha Azcona tiene buena mano con ellos, porque debo confesar que en casa tiene pequeños lectores que son los primeros catadores de sus obras y los que le hacen pasar la prueba de fuego. Por esta razón, por su cercanía y sensibilidad, Sacha ya tiene fieles seguidores en esta franja de edad. Después de publicar LA INCREIBLE AVENTURA DE SPLENDIDA, llega con una nueva historia de LA PANDILLA CANICA que estoy segura de que no va a defraudar a sus lectores porque tiene misterio, risas, aventuras y para los más atrevidos, una guía de inventos (que se pueden hacer en casa sin que nadie corra peligro, ¡os lo aseguro!).

Animar a los peques a leer tampoco es fácil para padres y profesores, pero libros como este lo ponen más fácil porque tienen los ingredientes adecuados para que los niños queden enganchados a las aventuras de Canica y los suyos, que podrían ser fácilmente las que ellos viven también en su mundo real. Si cultivamos la lectura a edades tempranas, estamos ayudando a formar buenos lectores, así que libros como estos son de importancia suprema para que la lectura siga siendo algo divertido para los niños y que crezcan queriendo descubrir nuevas historias.

Siempre me ha encantado la astrología y era compradora de todos los libros dedicados a esta temática, los buenos y los que no lo eran tanto, pero de eso me di cuenta después. Sin embargo, conocer a Elva Abril ha significado un antes y un después en la manera de ver la astrología desde el punto de vista más profesional, y de cómo entender que la astrología puede ser tu mejor aliada para descubrir los miedos inconscientes que bloquean tus relaciones y conseguir el amor que mereces. Es, en definitiva, una herramienta de autoconocimiento, aunque muchos no lo vean de este modo.

¿Eres de los que leen el horóscopo para saber con qué signo eres más a fin? ¿Si hoy va a ser el día que encontrarás a tu media naranja? Sé que muchos y muchas sí, y leyendo el libro de Elva entiendes que la posición de la luna en nuestra carta natal nos ayuda a entender cómo nos relacionamos, desvela las heridas infantiles que arrastramos y cómo vivimos el primer amor: el de la madre (o persona equivalente), un modelo que repetiremos en todos nuestros vínculos. Si identificas tus patrones lunares, y los sanas, puedes abrir la puerta al buen amor, a tener una relación sana y feliz.

Elva explica de manera muy amena que existen doce patrones lunares, doce miedos inconscientes que definen como nos relacionamos. Tomar consciencia de ellos, y también de los planetas con los que interactúan, es imprescindible para, si nos conviene, cambiarlos y acceder a las buenas relaciones, en las que nadie sane a nadie, sino que ambos miembros de la pareja formen equipo y por tanto su relación crezca desde un lugar sólido. Con ejemplos de personajes famosos y explicado desde cero, sin que haya que saber nada de astrología, podrás entender porque tus relaciones nunca funcionan o porque han funcionado de manera estupenda.  Es un libro para todo el mundo, porque como dice Elva: “Todos deseamos amor, todos queremos aprender a mejorar nuestra relación con nuestras emociones porque al final en esta vida. ¡todo es cuestión de relaciones! Empezando por la que uno tiene consigo mismo”.

Un libro muy especial que nos abre un mundo por el que muchos quieren pasar de puntillas, y en el que Elva pone blanco sobre negro qué es lo que la astrología nos puede aportar a nuestra vida (¡que es mucho más de lo que pensamos!). El libro salió el día 22 de septiembre y se agotó en la preventa, así que esta semana ya estamos en la segunda edición. No es un libro más de astrología, sino una herramienta que nos ayuda con los miedos y bloqueos que todos tenemos en nuestra vida. ¿A qué esperas para ir a buscarlo?

Si queréis saber más sobre Los doce códigos del amor.

Esta semana el blog es muy especial porque ha salido un libro muy esperado, no solo por la agencia, sino también por muchos lectores. La pareja de escritores Héctor García y Francesc Miralles sacan novedad después del éxito obtenido con IKIGAI, que se ha traducido a 66 lenguas y del cual llevan vendidos más de 2.500.0000 ejemplares en el mundo. Nadie conocía la palabra IKIGAI y estos dos autores nos explicaron su significado y la razón de cada uno para encontrar su IKIGAI y ser más feliz. El mundo se lo ha agradecido con creces porque después de siete años siguen vendiendo y este fenómeno crece sin parar en todos los países del mundo, incluyendo Estados Unidos. En ese territorio llevamos 11 ediciones sin ser autores norteamericanos. Así que, como vemos, este tándem no hace más que sumar, y esta semana arrancamos con su nuevo libro titulado NAMASTE. Esta palabra, más conocida por todos, significa “me inclino ante ti” o “mi alma saluda a la tuya”, es el saludo tradicional hindú e implica el reconocimiento de que existe una chispa divina en todas y todos nosotros. Desde esta perspectiva, los autores proponen una vía hacia la armonía, la conciencia y el bienestar, inspirada, esta vez, en la sabiduría india. Esta se extiende desde hace años por el mundo entero, tal como lo hizo la japonesa en su momento. Sin desmerecerse la una a la otra, pues no son autoexcluyentes, sino que ambas aportan luz entre tanta sombra.

En menos de 20 conceptos clave, los autores han trazado una completa geografía de la felicidad que permite dejar atrás el sufrimiento, despertar el poder creativo y vivir con salud y energía cualquier fase de la vida. Namasté es una herramienta más para ayudarnos a conseguir vivir en plenitud en un mundo caótico donde el ruido y las malas noticias ocupan una gran parte de nuestro día a día. Este libro es un camino de reconexión con lo sagrado que querrás emprender para construir el presente que mereces y el futuro que sueñas.  Estos dos autores convierten conceptos eternos en experiencias reales y transformadoras para que tú, lector, puedas comprender y aplicarlos en la vida de una manera sana y natural. Estoy segura de que los fans de IKIGAI no dudarán ni un segundo en volcarse en NAMASTE. Ya somos muchos los lectores, pero recomiendo que, si alguien todavía no conoce a estos dos escritores, se lance a por ambos libros. Pueden ser ese salvavidas que todos estamos buscando para entender mejor qué hacemos aquí y lo que podemos hacer es tener esperanza en qué podremos aportar algo y llegar a una vida plena.

Francesc Miralles es mi amigo, un autor vital en la vida de mi agencia, y en mi vida personal. Él ha estado siempre a mi lado y hemos crecido juntos y bragado en el mundo editorial con todo. Es una aventura extraordinaria, y una historia que algún día contaremos. Gracias a él tengo autores como Héctor García, otro crack, que desde la lejanía confía en nuestro trabajo, y muchos otros autores, que han llegado de su mano, y que también están siendo primeras espadas en los géneros que cultivan. Francesc no solo escribe bien, sino que es un mago del mundo de las letras, porque reconoce un bestseller a la legua, y de un tema aparentemente insignificante puede hacer un libro que venda millones de ejemplares. Esto solo puede hacerlo él. Que merece un reconocimiento a su carrera, más allá de vender libros, que ya es algo que ha conseguido. Así que solo puedo decir: NAMASTE amigo mío, gracias por seguir caminando de la mano conmigo, sin soltármela nunca, ni en los momentos complicados, y por creer que ese horizonte lejano que ambos vemos cada año que pasa, no tiene fin.

Empezar la temporada del blog con un libro de Maria Barbal es un lujo. Ya he expresado en varias ocasiones la admiración que tengo por esta autora desde que leí CANTO RODADO.

Su última obra, TÁNDEM, vendida en Italia, Eslovenia y Alemania, me resultó una grata sorpresa como lectora. A pesar de descubrir a una María diferente, permanece la calidad literaria a la que estamos acostumbrados.

Esta novela, EN EL LAGO, ha conseguido despertar memorias y añoranzas de mis veranos. Siempre con mis dos hermanos, quince días de playa y quince de montaña con los abuelos. Seguro que tengo estos recuerdos idealizados, pero todavía hoy cuando lo pienso me late el corazón fuerte de emoción y tristeza a la vez. En parte porque nunca más podremos tener aquellos veranos, y en parte porque nuestros hijos no han podido vivirlos. Y aunque ellos no lo añoran, porque los suyos también han sido maravillosos, nosotros sabemos que los nuestros fueron excepcionales y puedo decir sin duda que fue una de las épocas más felices de mi vida. La protagonista de esta novela me recuerda a mí y las ganas que tenía de ser mayor, cuando lo que tendríamos que disfrutar es de cada momento sin pensar tanto en el futuro.

La novela se sitúa en los años sesenta. Nora, una niña de doce años, vive la experiencia deliciosa de ir los domingos al lago, un lugar muy bello y tranquilo de colores cambiantes. Va con un grupo de adultos y con Quim, un niño de siete años. Todos tienen sus anhelos y ella los observa, aunque no siempre los entiende. Aun así, a causa de un conflicto entre los adultos y de la audacia de Quim, la última mañana en el lago Nora despertará repentinamente de la niñez.

La historia está ambientada en Tremp y en el Pantano de Sant Antoni, de donde la autora ha querido recuperar los bonitos días de cuando era pequeña. Dentro de este marco explora el enfrentamiento de los niños con los adultos y los adultos entre ellos para intentar captar los afectos de cada cual. Según ha afirmado la autora «las personas somos muy complejas y cuesta mucho ser feliz». Y a medida que me hago mayor, me doy cuenta de que tiene toda la razón del mundo. Este sentimiento es una constante en los personajes de María Barbal, que no solo son los niños, sino dos parejas y una abuela. Además, hay que añadir uno geográfico: el lago, que también tiene su propia historia.

Una novela corta, intensa y emocional sobre la nostalgia, la belleza, el paso del tiempo y el significado de la felicidad.

Un libro tierno para acabar el verano, para celebrarlo y para recordar las vivencias imprescindibles de la vida. Una pequeña joya, marca Maria Barbal.