Estaba convencida que el día que escribiera sobre el nuevo libro de Francesc Miralles y Álex Rovira, titulado ALEGRÍA, lo haría con una sonrisa. Es un libro que a modo de cartas te da esas pautas para discernir lo que es realmente importante y cómo superar momentos de adversidad o tristeza, que todos pasamos en algún momento de nuestra vida. Y debo confesar que esta semana me siento triste, y no puedo escribir con esa sonrisa, por todo lo ocurrido el domingo pasado en Barcelona. No voy a entrar en política, simplemente me entristece la violencia, la cual nunca he aceptado ni aceptaré. Siempre he defendido el diálogo, pero para dialogar tiene que haber dos interlocutores que quieran hacerlo, y cada vez hay menos personas que quieran hablar y menos gente que quiere o sabe escuchar y, por este camino, creo que no vamos bien, amigos. Por esta razón re-leer ALEGRÍA me ha dado serenidad, perspectiva y calma, que creo que muchos, esta semana, necesitamos un poco de cada una de estas palabras en nuestro día a día.

Los autores afirman que muchos nos perdemos los pequeños momentos de alegría buscando la felicidad, y tienen razón, porque alegrías, por pequeñas que sean, las tenemos, pero es posible que a veces no las valoremos como tal, y es mejor hacer una lista de esas alegrías, para vencer este sentimiento triste que a veces nos abraza tan fuerte que no nos deja pensar. Así que me gusta poder compartir con vosotros que mis pequeñas alegrías son pinceladas pequeñas de cosas que me despiertan sonrisas, como ver la salida del sol junto al mar con mis amigas o meditar sólo escuchando el vaivén de las olas. También me alegra la sonrisa sincera de mi hijo cada vez que me mira, me alegra que cualquiera de mis amigos o familiares consiga uno de sus retos y cumpla sus ilusiones, por pequeños o pequeñas que sean, y, os aseguro que podría hacer la lista más larga. Porque una simple sonrisa de alguien desconocido puede ser motivo de alegría y, después de leer el libro, pienso disfrutar de estos momentos mucho más y hacer alguno de los ejercicios que los autores proponen, convirtiendo el libro en un pequeño tesoro que nos ayuda a poder levantarnos cada día con la convicción de que hay momentos tristes, pero debemos saber gestionarlos. Porque la tristeza forma parte de nuestras emociones y podemos aprender a combatirla y hasta a convivir con ella, eso sí,  siempre con una sonrisa que nos abrirá otros horizontes, porque debemos siempre mirar más allá, y seguir adelante.

Felicidades Álex y Francesc por volver a conseguir hacer un tándem explosivo que nos llena de optimismo, incluso en momentos convulsos y nos ayuda a cultivar ALEGRÍA. Así que gracias por un libro así ahora y siempre.