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EMBARAZO, BIBERONES Y TRABAJO

Autor: Bruno jueves 23 mayo 2013

Imatge blog_flickr_23052013

Hoy en día todavía existe, en alguna mesa, la eterna discusión de si tener un hijo único o no. La verdad es que con los tiempos que corren tener muchos hijos no es fácil, aunque entiendo que haya padres que no piensen con esta frialdad el tema. Yo tengo hermanos, con los que me llevo de maravilla y por tanto siempre había defendido tener más de un hijo para que pudiera vivir la convivencia como la viví yo con los míos, y la sigo viviendo. Sin embargo una cosa es el querer y otra el poder, y aunque sigo pensando que tener hermanos es una de las cosas más bonitas que me ha pasado, en esta época que me ha tocado vivir no soy capaz de afrontar un nuevo reto como el de tener otro hijo, porque combinar un negocio con la familia sigue siendo una labor complicada para las mujeres, digan lo que digan Así que tendré que verle los aspectos positivos a tener un hijo único, que los hay, y espero no arrepentirme por ello.

Esta semana hemos presentado la novela de Bea Cabezas EMPRENYADES (Columna) / EMBARAZADAS ALTERADAS (Espasa), una novela desenfadada sobre el tema del embarazo, que da para mucho. Cuatro embarazos distintos, cuatro prototipos de mujer y de pareja que afrontan la maternidad/paternidad de maneras distintas. Todos y cada uno de nosotros, o mejor dicho nosotras, podemos sentirnos identificadas con esta fresca novela, ideal para regalar a las que están esperando, a las que han esperado, tenido y superado ya esta etapa y las miramos desde lejos pero con una sonrisa, y a las que están deseando quedarse. Pero sobre todo a cualquiera que quiera pasarlo bien leyendo sobre una etapa que todos hemos vivido de cerca, aunque no sea en primera persona, y que siempre nos hace desprender una sonrisa recordando las anécdotas de amigos, familiares y vecinos. La novela de Bea es una de esas novelas que disfrutas leyéndola y recomendándola, porque después de leerla habrá todo tipo de reacciones. Las que reflexionarán, las que reirán porque ya se ha pasado, y las que saldrán corriendo a comprar todos los manuales habidos y por haber para poder afrontar ese momento maravilloso, que es ser padres, y que sin ninguna duda te cambiará la vida para siempre.

Para no cambiar el tono divertido de la novela, esta semana quiero recomendar TRES HOMBRES Y UN BEBÉ, una película con gracia que nos muestra el lado más paternal de los hombres y de cómo un bebé nos cambia la vida a todos. Tres hombres solteros comparten un piso. De pronto les llega un paquete. Es una niña casi recién nacida, hija al parecer de uno de ellos, a la que tendrán que atender a pesar de que ninguno de los tres tiene ni la más remota idea de cómo cuidar a un bebé. Hasta entonces disfrutaban de una libertad total que dedicaban a la diversión, a las mujeres y al trabajo. A partir de ese momento tendrán que aprender a poner pañales, dar biberones…

2 Responses to “EMBARAZO, BIBERONES Y TRABAJO”

  1. Geovanny Soto dice:

    ¡LOS HIJOS SON UNA MARAVILLA! Y si mi esposa y yo no hemos tenido más de los tres que Dios nos ha dejado tener, ha sido por situaciones de salud. SOY PAPÁ Y HE METIDO EL HOMBRO-Y TODO EL CUERPO-PARA CRIARLOS Y ESTAR ORGULLOSO DE TENERLOS. No tengan miedo. Al final de nuestra vida, los que estarán alrededor de nuestro lecho no serán las computadoras, serán nuestros hijos, se los aseguro. Es mi humilde opinión, sin ánimo de ofender criterios y experiencias de vida. Sólo quiero, como cualquiera, compartir de mi propia experiencia. Cuando a uno algo le ha funcionado, no se lo puede dejar guardado; por fuerza sale y ya, de forma espontánea. Un saludo a las mamás y los papás: ¡vivan!

  2. Elisenda dice:

    Hoy precisamente he leído, en una red social, el fragmento que copio a continuación. Espero que os guste.

    «Hay una tribu en África donde la fecha de nacimiento de un niño o niña no se cuenta desde el momento en que nace, ni desde el momento en que se concibe, sino desde el día en que el bebé era un pensamiento en la mente de su madre. Cuando la mujer decide que va a tener un hijo, se sienta debajo de un árbol y se queda en silencio hasta que puede oír el canto del niño que quiere venir. Y después de escuchar la canción acude al hombre que será el padre y le enseña el canto a él para poderlo cantar en el momento de concebirlo.

    Durante el embarazo, la madre enseña la canción del niño a las parteras y a las ancianas de la aldea, de modo que cuando el niño nace, todos a su alrededor cantan su canción para darle la bienvenida. La canción vuelve a ser cantada el día que muere (sea en la infancia, adolescencia, madurez o vejez). La gente de la tribu canta su canción para honrar su vida».

    Fragmento de: Las Enseñanzas africanas antiguas para celebrar a los niños / Welcoming Spirit Home: Ancient

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