Blog de Bruno

La famosa frase: “cualquier tiempo pasado fue mejor” antes me sonaba a algo que solo decían los mayores, y debo asumir que ahora lo pienso cada día más. Te haces mayor, la entiendes y no te queda otra que asimilarla. Sin embargo, quiero ser optimista y pensar que todavía nos quedan muchas cosas buenas por vivir, pero es verdad que el paso del tiempo te va dejando huella, y recuerdos, muchos recuerdos, que se acumulan en esa pequeña caja llamada corazón, y a medida que pasa el tiempo me da la sensación de que la caja se va quedando pequeña por acumulación.

Además, con la edad, nadie te maquilla la realidad y te das cuenta de las ausencias, de los silencios, de los que todavía están, y de los que no. Sin querer, la mente me transporta a ese pasado donde todo parecía perfecto. Igual que les pasa a las protagonistas de la novela EL BALL DELS ESTUDIANTS, de Anna Crusafont publicada por Univers, que después de años sin verse, cuatro amigas se reencuentran para celebrar el aniversario de ese baile al que asistían juntas cada año. Ninguna de las cuatro amigas es lo que era, han crecido, han vivido y la vida las ha conducido a cada una por su camino, quizás no el que querían o lo que habían soñado cuando eran niñas. Una novela de amistad y de tomar consciencia de que la vida es quien marca la banda sonora de nuestros días.

Anna Crusafont, que con su primera novela Isola Bella ya consiguió ser traducida a tres idiomas, ahora vuelve con una nueva historia costumbrista, de pluma excelente, pero para todos los públicos, y con un tema que enamorara a todos los nostálgicos, que en definitiva somos la mayoría, porque esa cajita de recuerdos la tenemos todos y, de una manera u otra, la llenamos de esos instantes que no queremos olvidar y que se nos quedan grabados para siempre.

Siempre me han gustado las historias de amor, con o sin final feliz. El amor es algo que siempre funciona y por eso es uno de los ingredientes estrella en muchas de las novelas que leemos.
 
Esta semana es especial, no solo porque estoy enamorada de la novela que quiero presentar, sino también porque es la primera novela de un autor nuevo, José Antonio Lucero, el cual verá cumplido el sueño de publicar. Cuando le conocimos, vino hasta Barcelona para firmar el contrato con la agencia y vernos cara a cara, cosas que podíamos hacer antes de la pandemia y que ahora añoramos. Me enterneció ver el brillo tan especial de sus ojos cuando le explicábamos todo lo que había sucedido con su novela desde que llegó a nuestras manos. Fue una comida especial porque veías su ilusión y sus ganas de que llegase el día de la publicación de LA VIDA EN UN MINUTO, su segunda novela, aunque la primera con nosotros y con Penguin Random House, bajo el sello de Ediciones B. La pandemia decidió que el libro saliera más tarde de lo previsto, y poder retener esa ilusión se nos he hecho largo a todos, pero esta semana es la semana de la publicación de esta novela tan especial, con una cubierta maravillosa y una historia que no va a dejar indiferente a los lectores.
 
LA VIDA EN UN MINUTO es la historia de dos jóvenes que huyen de Madrid en los años posteriores a la Guerra Civil. Julita es una chica de clase alta que no quiere seguir las pautas impuestas por su familia y Daniel es un chico de los suburbios que huye de su pasado en la guerra. Unidos por la fuerza del destino, los dos jóvenes coincidirán en un largo viaje en el expreso desde Madrid hasta La Coruña, huyendo de lo que otros han planeado para ellos. Allí se conocerán y verán nacer su complicidad, sin saber que el tren está abocado a una catástrofe que cambiará sus vidas para siempre.
 
El minuto que tardan dos miradas en cruzarse. La vida en un minuto rescata un episodio tristemente desconocido de la posguerra, la tragedia de un choque ferroviario que se saldó con cientos de víctimas y que fue silenciado por la prensa del régimen franquista. Lo hace para mostrarnos que el amor y la vida, a veces, pueden nacer entre los escombros.
 
Una gran novela histórica para un público amplio y que merece tener el éxito que tanto las editoras como yo creemos que debería tener. Un hecho silenciado, una historia de amor como fue la de ROMEO Y JULIETA de Shakespeare o la de JACK y ROSE en Titanic. Aquellas grandes historias que emocionan hasta el final.

Cada año desaparecen más de 400.000 menores en Estados Unidos de América, según datos del FBI, y en España el 80% de las 16.000 personas que permanecen en paradero desconocido para la Policía, son menores. Cifras escalofriantes que han ido a peor durante el 2020, probablemente a causa de la pandemia disparándose hasta el 21%, según explicaba la fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo). En muchos de esos casos se trata de huidas voluntarias provocadas por casos de violencia, miedo o simple rebeldía adolescente, pero ¿qué ocurre con las desapariciones no voluntarias? ¿Dedicamos el tiempo y los recursos suficientes a investigar sobre ellas?… Así empezaba el artículo que publicaba el Diario Marca para hablar de la novela de Irene R. Aseijas, EL CHICO DEL CARTON DE LECHE, la cual me leí en una tarde y me dejó un muy buen sabor de boca. Sin embargo, no conseguí que ninguna de las editoriales grandes y convencionales apostase por ella, quizás por su estructura atípica, mezclando realidad y ficción, no es una novela al uso y además es muy corta, pero a mí me atrapó, como creo que puede atrapar a muchos lectores que se interesan por esos casos sin resolver, por aquellos que les interesa hincar en aquello que parece que muchos quieren obviar. La autora utiliza como hilo conductor el caso de Etan Patz, cuya desaparición fue noticia en el 79 en Estados Unidos. Etan, con sólo siete años desaparece en el barrio del Soho, donde vivía con sus padres y su hermano, cuando iba a buscar el bus para ir a la escuela. Era el primer día que lo hacía solo, y no regresó. Su desaparición generó tal impacto en la sociedad norteamericana de aquel momento, que el rostro de Etan llegó a aparecer en los cartones de leche para ayudar a encontrarle. Convirtiéndose en un mito para los menores desaparecidos en todo el mundo.

Irene mezcla realidad y ficción explicando casos reales de distintos lugares y épocas. Con una voz periodística relata casos verdaderos no cerrados que se mezclan con la trama del libro, que es el hilo conductor de la novela que nos arrastra a poner atención en el TEMA la desaparición de menores sin dejar rastro, y que la mayoría de las veces son casos que no se resuelven. Irene considera que somos demasiado tolerantes con la desaparición de menores y con esta novela pretende poner el foco sobre este tema para que el lector sea el que juzgue y saque sus propias conclusiones. Una novela corta, pero bien medida, diferente, pero con sentido, con una finalidad clara. ¿Nos gusta mirar hacia otro lado cuando no podemos explicar lo inexplicable? Una reflexión muy interesante para esta novela que, sin ser una novela al uso, es capaz de atrapar al lector y hacerle reflexionar intensamente sobre algo que es una realidad, aunque realmente nos gustaría que se tratara de una ficción.

Por eso os presento a una escritora que me encanta y por la cual seguiré luchando, porque tiene talento y el don de saber lo que quiere. Felicidades, Irene, y gracias, Alejandro Pérez, por darnos la oportunidad de publicar una novela inusual, pero valiente, de estructura inteligente y muy bien escrita, y de leerla con los mismos ojos que los míos sin priorizar el cómo y entendiendo el porqué.

La serie Elvis Riboldi marcó una etapa muy bonita para mí, ya que pude compartir la lectura con mi hijo. Cada noche antes de ir a dormir leíamos dos capítulos de Elvis en voz alta. Uno él y el otro yo, y era realmente divertido. Elvis es un niño de 12 años hiperactivo, inquieto y aventurero que siempre está metiéndose en líos, pero siempre lo hace por error. Un niño que no llama a los problemas, pero que los problemas siempre lo persiguen a él. Su mejor amigo, Boris, superdotado y experto en todo, siempre está junto a él, aguantando, a veces, las bromas pesadas que le hace. Es un adicto a los inventos. Emma es su compañera de mesa, con la que tiene una buena amistad, aunque a Elvis le falta mano derecha con ella. Los tres son los protagonistas de la historia, junto con el padre de Elvis, el Profesor Pinkerton, el padre del Lagunilla, el típico niño repelente, y el Sr. Lugosi, pre-jubilado y vecino hippie de Elvis, quien siempre les echa una mano.

Divertidas aventuras en dos planos de lectura para que el niño y el adulto puedan reír juntos. Donde se tratan los temas de siempre como la amistad, la relación con los adultos y las inquietudes de los adolescentes pero desde el punto de vista del humor. La serie engancha de pies a cabeza sin caer en finalidades educativas, aunque las tiene, pero lo expresa de la manera en que les gusta aprender las cosas a los chicos de hoy en día. Es muy recomendable conocer a este personaje y a su pandilla a través de los libros, pero para todos aquellos a los que que les cuesta más leer, ahora también lo podéis encontrar en la pantalla cada tarde a las 19:40 en el canal Super3, y estoy segura que si la serie os gusta, querréis coger los libros, publicados por La Galera, y compartir las aventuras “freaks” de Elvis con la familia.

La serie ha sido traducida en Francia (Hachette), Italia (Sironi Editore), Portugal (Oporto Editora), Turquía (Ideal Kitap), Polonia (Czarna Owieczka), Eslovenia (Kud Sodobnost), Letonia (Zvaigzne ABC Publishers) y Chequia (Mlada Fronta). Nos gustaría mucho seguir ampliando países con una serie que, como el DIARIO DE GREG, ha estado capaz de vender en España más de 100.000 ejemplares, y ahora llega a las pantallas.

¿Os animáis?

Este blog de hoy me gusta especialmente porque presento a una autora, por muchos ya más que conocida, pero que, en la agencia, y en catalán, tenemos pocas de este nivel. Ella es Laia Fàbregas y su novela NO ESCRIURÉ LA TEVA HISTÒRIA publicada por Empúries nos hace empezar con muy buen pie este enero, literariamente hablando. Laia nos transporta en una América desconocida e insólita, y tengo que confesar que a mí las novelas sobre la Antigua América me daban pereza hasta que me adentré en esta.

La novela empieza con un hombre tendido en una carretera secundaria. Acaba de tener un accidente de circulación con su moto. A medida que avanza el relato sabremos que se llama Dylan Garcia y que se dedica a cobrar morosos. Su historia se desarrolla en el presente inmediato: Donald Trump es presidente de los Estados Unidos de América y el coronavirus apenas empieza a angustiar a la población. Dylan vive y trabaja en Pasadena, pero se mueve mucho por el entorno del Salton Sea, un lago californiano. En paralelo a los apuros de Dylan -pronto descubriremos que no iba solo en la moto, sino con una mujer llamada Sarah, que lo ha dejado allá tirado y al final sabremos como se cierra este círculo- descubriremos las aventuras de la familia Pont, sobre todo de John y Shirley. John es el pequeño de cuatro hermanos de Oklahoma que tienen que abandonar la granja familiar y ponerse a trabajar para otros después de que su padre se colgara ahogado por las deudas y de que perdieran su explotación algodonera. En la nueva granja donde van a trabajar acabará conociendo a su mujer –la hija pequeña del granjero- y cuando se casen irán hacia el Norte, se instalarán por su cuenta y prosperarán. Todo esto tiene lugar justo antes de la Gran Depresión.

Las historias de Dylan y de la familia Pont van avanzando de forma paralela. Laia nos narra dos viajes opuestos, el de los Pont desde Oklahoma hasta California en busca de un futuro mejor y el de Dylan hacia su pasado, para descubrir su verdadera identidad. El polvo que obliga al éxodo hacia California a John y a su familia es también el polvo que está obligando a cambiar la vida en esta zona de California, como si toda la familia Pont y sus descendientes estuvieran marcados por esta climatología, en definitiva, una historia de miseria americana.

Una novela muy estructurada con personajes muy bien definidos y con una eficacia narrativa que da confianza al lector creándole una angustia constante, que lo hace querer seguir leyendo sin cesar para ver si alguno de los personajes sale airoso de su situación. Felicidades Laia por esta consolidación como autora después de publicar ya 4 novelas. Estamos en un momento de polvo en el camino, pero narrativas como la tuya nos hacen ver que hay que seguir andando.