Ya estamos de vuelta, y con nosotros, los libros, que espero que no hayan desaparecido de vuestras vacaciones porque son grandes compañeros de viaje. Este verano he intentado leer un libro por placer, por hobby, no por trabajo; aunque definitiva es lo mismo porque siempre se aprende. He leído LA CHICA DEL TREN y me ha encantado. Lo he devorado en dos días, y entiendo que haya sido uno de los más vendidos del verano, así que lo recomiendo y felicito a las editoras que han apostado por él.

Mis otras lecturas han sido de “trabajo”, que  no dejan de ser un placer, porque he leído algunas de las cosas que vamos a publicar este otoño o la próxima primavera, y estoy emocionada porque todas son buenas novelas, con carácter, con argumento potente, de autores ya consolidados que nos van a dar gratas sorpresas. ¡Estoy convencida!

Y aunque con este año ya han sido 13 los que llevo dedicados a la agencia de manera independiente, todavía, cuando leo las novelas de mis autores, siento ese gusanillo en el estómago. Veo que la novela tiene potencial y mi cabeza sueña hasta donde podremos llevarla, y también con lo que haremos para poder trabajarla al máximo para que viaje a todos los países posibles del mundo, para conseguir entusiasmar a los lectores de todas partes.

Quizás os parezca ridículo que todavía sienta esa ilusión, pero en nuestra profesión, difícil y costosa donde las haya, si pierdes esto, lo pierdes todo. Por tanto, me encanta tener ese gusanillo de impaciencia, como de niña pequeña con zapatos nuevos, cada vez que termino una novela y le veo un montón de cosas buenas. Este verano lo he sentido con las que me he leído, y vengo feliz, y con muchas ideas para poder ayudar a mis autores y a sus novelas a que lleguen al destino final, al lector de cualquier parte del mundo.

Lo intentaremos con ganas, con tesón y con fuerza. No es fácil entre tantos libros, pero nadie nos dijo que fuera fácil, así que, con las pilas muy cargadas de buen humor e ilusión, empezamos. Este año vienen novelas sobre sitios emblemáticos de Barcelona, historias reales que nos cautivaran, historias de amor de todo tipo, novelas juveniles realistas y otras muy épicas, y alguna sorpresa literaria que hará que terminemos el año con mucho trabajo, que esto nunca debe faltar, y con ganas de compartir cada novedad con todos vosotros.

Así que, ya subidos al tren del último trimestre, vuelve a empezar la aventura con esas ganas y esa sonrisa que nos caracteriza. Feliz rentrée y espero que sigáis a la caza de las mejores novelas que nos ayudaran a ser más felices, de esto no cabe duda.

“Una ilusión eterna, o por lo menos que renace a menudo en el alma humana, está muy cerca de ser una realidad”. André Maurois