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Y DE REPENTE UN ADOLESCENTE EN CASA

Autor: Bruno jueves 2 octubre 2014

3Todavía no tengo un adolescente en casa y por lo tanto no puedo opinar sobre si es duro o no lo es, pero sí que puedo afirmar que los padres y madres que conozco, algunos ya con adolescentes, “sufren” por diferentes aspectos. Lo que más preocupa son las compañías, con quién van y qué hacen, porque según me cuentan llega un día que dejan de explicarte las cosas, o sólo explican algunas, y por lo tanto pierdes ese “control” que hasta cierto punto les mantenía tranquilos. Sin embargo, con los tiempos que corren las familias tienen a los hijos en casa mucho más tiempo que antes, por tanto la adolescencia es larga y se convierte en juventud muchas veces, y por tanto la convivencia tiene que ser básica para poder vivir este período de la mejor manera posible para todos, no sólo para una de las partes sea cual sea.

Este verano, veíamos en las noticias las nuevas drogas que se ponían de moda en las Islas Baleares, y que nos dejaban a la mayoría con los pelos de punta. Ya sé que es el mundo que nos ha tocado vivir y que esto no se puede parar, por tanto la confianza que tengas tú en tu hijo/hija es básica para poder dormir tranquilo, así que aunque yo ya sé que esta etapa adolescente, que me acabará llegando pronto, me va a costar, confieso que habiendo leído el libro de Irene Orce mi visión es mucho más positiva, tranquilizadora, que la que tenía antes de leerlo. No intentemos controlar lo incontrolable, pero pongamos los cimientos fuertes de arriba abajo, y la casa se va a construir recta. Por tanto ahora que la convivencia con los hijos es más dilatada, tienes más posibilidades de escucharles, de hablar con ellos y de dejar que sean ellos mismos, con esos valores que han vivido en casa, pero son ellos los que con esas armas deben saber caerse y volverse a levantar, sabiendo que tú como padre o madre vas a estar ahí de manera incondicional para lo que necesiten. A todos nos gustaría que nuestro hijo fuera perfecto, pero cada uno es como es y, a medida que crecen, seguro que harán cosas que no nos van a gustar o que, simplemente, nosotros las haríamos diferente, pero eso no es sinónimo de que esté mal, o quizá sí, pero no ya por real decreto, antes debemos analizar, pensar y dialogar.

En el libro ¡ESTA CASA NO ES UN HOTEL!, publicado por Grijalbo, tendrás las reflexiones de Irene, que te hacen pensar mucho y bien porque ha logrado plasmar su positivismo y su sonrisa en cada una de las palabras y hacer un manual recomendable y no aburrido para los padres que quieren ser educados, para así poder educar a sus hijos adolescentes con cariño, ilusión y sin sufrimiento. Un magnífico primer libro de la que promete desde ya ser una nueva voz especial, fresca, diferente y buena dentro del mundo de las letras. Seguro que muchos seguís ya sus artículos que publica en La Vanguardia y se os hacen cortos, por esa razón le pedimos un libro, imprescindible en la biblioteca de cada casa.

“La mayoría de los padres están dispuestos a hacer cualquier cosa por sus hijos, menos dejarles ser ellos mismos” – BANSKY

 

One Response to “Y DE REPENTE UN ADOLESCENTE EN CASA”

  1. Paz dice:

    Me interesa mucho este tema porque yo estoy de lleno en esa etapa, con una hija de casi 17 y un hijo de casi 13. Las hormonas campan a sus anchas en mi casa y en versión masculina y femenina, que es otro aspecto a tener en cuenta. Mi experiencia es positiva (al menos hasta hoy y cruzo los dedos) pero también muy trabajada desde la cuna. Ahí está la clave, al adolescente se le trata desde la cuna y es fundamental la comunicación que a esas edades no desaparece, sino que se manifiesta de otra manera.
    Muy interesante el libro. Y la frase de Bansky es fantástica (¿me la prestas?)

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