Uno de los libros que marcó mi carrera de agente literario fue LAS CENIZAS DE ÁNGELA, de Frank McCourt, el cual tuve la oportunidad de representar y venderlo a una editorial que hizo un trabajo maravilloso, EDICIONES Maeva. Con ese libro tan especial pasaron muchas cosas, dado que tuve la oportunidad de comer con Frank, un hombre más que entrañable, y surgió una amistad con Maite Cuadros, editora del libro, la cual sólo ha hecho que crecer. Una experiencia genial y otros tiempos, dado que se llegaron a vender muchísimos ejemplares de esta novela tan especial, pero no fácil de arrancar. Por está razón, al leer LOS CAMINOS DE LA LUZ mi cabeza hacía similitudes con este gran libro. Coia Valls se ruboriza cuando lo digo, porque sabemos que las comparaciones son odiosas y el Gran McCourt es un referente, pero Coia Valls es una autora que ya es un referente también en nuestro país. Desde el inicio ha tenido magia, público y en cada novela que ha escrito se ha superado, y esta no es menos sino que es más. Una novela extraordinaria sobre un personaje que todo el mundo ha nombrado alguna vez, pero que nadie conoce su historia. ¿Cómo es posible que Braille no tuviera una novela todavía cuando ha sido el creador del alfabeto para las personas ciegas? La persona que dio luz a los que viven en la sombra, y no sólo por eso, sino por su vida, realmente una historia de una revolución protagonizada por un niño. El pequeño de una familia, los Braille, tiene un accidente que le hará perder la vista gradualmente, pero su tenacidad y la de los que lo rodean conseguirán marcar un camino de aventuras y descubrimientos que irán más allá de lo que nos atreveríamos a soñar.

La vida de Louis Braille es un ejemplo de superación, de cómo el ingenio puede superar la falta de recursos en una época difícil para las personas ciegas, las cuales eran casi todos méndigos o bufones. La novela transcurre en Francia, a mitad del siglo XIX, en un tiempo de revueltas y esperanzas. También pueblos como Coupray, Llemotges Y vichy son protagonistas de esta historia, junto con la gran ciudad, París, que acogen la lucha de este hombre de procedencia humilde pero que descubrió la llave con la que las personas ciegas romperían sus cadenas.

Para mí es una historia que no puede dejar indiferente a nadie, que una organización como la ONCE la ha agradecido porque nadie hasta ahora se había preocupado en sacar a la luz a este personaje que en silencio consiguió algo muy grande para las personas que no pueden ver, y también para los que están a su alrededor. Louis Braille fue un niño con un espíritu envidiable pero sin olvidar tampoco su madre, su hermana y sobre todo Margot, quienes fueron puntales esenciales para que él consiguiera confiar en sí mismo y seguir adelante sin dudar. Una voz, una vida, una historia que no tiene nada que envidiar a muchos grandes best sellers publicados. Confío en que habrá un editor en cada país que querrá dar luz a los que están en la sombra, y muchos lectores que apoyaran una historia genialmente escrita pero que además, nos muestra un gran personaje de la historia que todo lo hacía desde la discreción. Ya era hora que alguien le diera el protagonismo que merece. Gracias, Coia, por esta novela tan ambiciosa que llega a lo más profundo del corazón sin caer en el sentimentalismo pretencioso.