Todo y que la última noche había dormido un poco, Keanú estaba muy cansado. No se podía sacar de la cabeza la imagen de las cabañas aplastadas, y imaginaba que estaba hablando con la estatua de Nakanu, preguntándole por que dejaba que un ser como Ona negra existiera.
Un apagón, que deja al joven Milo al borde de entablar una esperadísima conversación virtual con Ana, le lleva a conocer a un anciano vecino con ganas de conversación. Lo que en principio parece un inoportuno encuentro será el comienzo de una increíble historia, mitad sueño mitad realidad, que conecta al descreído adolescente con el onírico mundo de un arquitecto sencillamente genial.
Mónica padece desde su más tierna infancia una enfermedad incurable llamada «domingofobia». Irritabilidad, nerviosismo, dolor de cabeza, picor de ojos, ansiedad, claustrofobia, todos son síntomas manifiestos de esta dolencia que le aqueja cada domingo de su vida. Para colmo de males, sus padres le agobian cada segundo y no logra que ningún chico se fije en ella… Mónica mata los ratos libres chateando con sus amigos y escribiendo correos electrónicos, pero ¿logrará algún día superar estos insufribles ratos dominicales? ¿Cúal será el antídoto para curar su «domingofobia»?
En el verano que hace quince años, Vicky que vive en un balneario dirigido por su padre, debe mover cielo y tierra para ayudar a su hermano acusado de asesinato. Pero los humos de la central nuclear se vuelven insoportables, y hay dos chicos que le van detrás y…al fin y al cabo los veranos existen para ser inolvidables.
Aura ha recibido por su dieciséis cumpleaños un regalo muy especial, un curso de inglés a una prestigiosa escuela de Dublín. Con muchos miedos y más incertezas, le espera un agosto lleno de aventuras y descubrimientos. En la isla Maragda vivirá en una caótica residencia de estudiantes, conocerá los pubs de primera mano, viajará a Ulster y aprenderá las lecciones más importantes de su vida.
