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Malos humos

Autor: Bruno jueves 13 enero 2011

Ya estamos de vuelta después del break navideño y la verdad es que como casi todo el mundo he hecho esa lista de propósitos para el nuevo año, de los cuales después no cumples casi nada, pero al menos, quiere decir que he tenido tiempo de pensar un poco con calma sobre las cosas que debería cambiar de cara al 2011. No os voy aburrir con mi lista, pero esto me da pie a hablar del tema más actual del momento que es la ley anti tabaco, que está a la orden del día, porque estoy segura que más de uno se ha propuesto dejar de fumar este año. Debo confesar que siempre he sido una anti tabaco, nunca he fumado y mi intención es seguir así para el resto de los tiempos, pero también me pregunto cómo puede enganchar tanto esto de los cigarrillos. Hay gente que no puede ni estar reunido más de media hora en un lugar dónde no se puede fumar, muchos han manifestado su malestar con la nueva ley, y no salen ni a cenar, ni van a los bares para poder fumar, por tanto, lo que sí que tenemos comprobado es que engancha, y mucho, y como todas las cosas que enganchan hasta límites incontrolables, a mi modo de ver, no son del todo buenas. Por tanto, yo estoy a favor de estas medidas, no lo voy a negar, pero como siempre, creo que debemos pensar en los demás y en que las prohibiciones tampoco son buenas de ninguna manera, por tanto un término medio, con lugares dónde los fumadores pudieran reunirse sin problemas, y  dejar a aquellos propietarios de restaurantes que creyeran mejor que su local fuera accesible a unos y a otros, a mí tampoco me parecería mal, era una solución donde “mandaría” el derecho de poder escoger, tanto a los fumadores como los que no lo son, que hemos pasado muchos años aguantando también el no poder escoger un sitio en el que no hubiera lugar para el humo. En definitiva,  apoyo que  los no fumadores podamos ir a lugares donde al salir no huelas a tabaco desde el pelo hasta los pies, y donde se pueda respirar tranquilamente, pero estoy en contra de las prohibiciones  tajantes, entiendo que  encontrar  términos medios siempre es más complicado que posicionarse hacia un lado u otro, pero quizás sería lo justo, no sólo en este caso sino en muchos más, pero para las altas esferas esto de pensar alternativas que puedan servir para todos, creo que les viene demasiado grande.

Para empezar el año quiero recomendaros un libro que salió antes de las navidades y que  justamente apunta a que las posturas tan radicales, nunca son las mejores. LOS LIBROS DEL PLOMO de Fernando Martínez Laínez.  Un grupo Islamista sitia la Alhambra de Granada, quieren recuperar el Al-Andalus, y a partir de ahí empieza un thriller histórico trepidante que recomiendo a  los amantes de este género. También quiero destacar que LA PRINCESA DE JADE de Coia Valls, que está haciendo un extraordinario camino en catalán, va a estar disponible a partir del 19 de enero en castellano, en una edición preciosa que ha hecho Suma. ¡No os la perdáis!

8 Responses to “Malos humos”

  1. Jaumet dice:

    Yo puedo hablar de lo que la anterior ley hizo con mi grupo de amigos: nos partió por la mitad. Cuando teníamos que escoger restaurante para reunirnos, siempre había mal rollo, ya que los fumadores del grupo exigían -con esa especie de autoestima mal entendida que tienen los que fuman, como si la verdad absoluta fuera inherente a su vicio- que nos viésemos en un local de fumadores; y los que no fumábamos, terminábamos cediendo, y cenando con la ropa apestando, tosiendo los dos días siguientes a la cena en cuestión, y no pudiendo disfrutar de los sabores, ya que la peste a humo nos lo impedía.
    Al final el grupo se partió.
    Voto sí a la prohibición, porque los fumadores, por mucho que se ha debatido sobre la horripilancia de su hábito, sobre lo mal que les huele la boca, sobre lo enfermos que s e pueden poner, sobre lo que molestan, no han conseguido llegar por sí mismos a la conclusión que fumar no es un acto de libertad, sino de pura mala educación.
    Cómo se te quedaría el cuerpo, Bruno, si fueras a un restaurante en el que la persona que tienes a lado no para de tirarse pedos?
    No prohibirías los pedos en lugares públicos cerrados? Ay no, que no eres partidario de las prohibiciones tajantes… se me olvidaba!
    Reflexionem-hi!
    Jaumet

  2. Aunque el término prohibición no me gusta nada, creo que se hace necesario cuando las personas no son educadas ni civicas y no respetan a los demás. Ahora el problema está en la calle, en la puerta de los locales, y los que fuman se creen con derecho a molestar a todo el mundo porque los han echado de los locales. ¿Habrá que prohibir tambien reunirse en la calle como en tiempos de…? Bueno, mejor no pensarlo.
    A mi me satisface la medida, ahora no tengo que peregrinar por las calles buscando un bar que no esté lleno de humo; tambien tengo derecho ¿no?
    Los dos libros que recomiendas me parecen interesantes. El de Coia espero leerlo pronto, y el otro tambien tiene buena pinta.
    ¡FEliz inicio de año y que vayan adelante todos los proyectos!

  3. Paz dice:

    Soy ex fumadora. No fumo desde febrero de 1994 y estoy a favor de que no fumen a mi lado. El problema es que no hay ley que regule la buena educación y hay mucho fumador maleducado en este sentido(también no fumadores). No hay ley para el sentido común ni droga que no lo domine. No soy amiga de la imposiciones pero el ejemplo de los pedos de Jaumet, aunque algo escatológico, es bastante clarificador…No a mi lado.
    Besos.
    Paz.

  4. Montse de Paz dice:

    Hola,

    soy otra anti tabaco, aunque respete a los fumadores… (¡En el instituto tragué tanto humo por estar con mis compañeras!) Creo que la clave es lo que comentáis, Jaumet y Paz: es la educación. Lo malo del tabaco es que no solo fuma el fumador, sino los que tiene a su lado. Les está obligando a tragar humo sabiendo que es perjudicial, es una cuestión de conciencia y de delicadeza, la verdad.

    Pero como esa amabilidad, aunque debería presuponerse, no se da siempre, tiene que venir una ley a imponerla. Claro que no son buenas las prohibiciones. Además, dicen que la naturaleza humana es tan contradictoria que cuando te prohíben algo aún quieres hacerlo más. Pero tratándose de la salud y cuando tienes la posibilidad de disfrutar de aire limpio en todos los lugares públicos, se agradece esta ley. Además, si los locales pudieran optar por tener zonas de fumadores o no, los que deciden no incluirlas estarían en desventaja competitiva frente a otros. En fin, no es fácil juzgar sobre este tema.

    Otro problema de fondo es el coste que para la sanidad pública tienen los fumadores. Creo que los gobiernos, más que preocuparse por nuestra salud, se preocupan por la ruina que suponen al estado los tratamientos de enfermedades derivadas del tabaquismo. Seguro que hay una potente razón económica, además de los motivos sociales y sanitarios.

    ¿Que engancha? Mucho. Tengo amigas ex fumadoras que me han contado lo que les costó dejarlo. Pero lo han conseguido, y la decisión tiene que ser radical, por lo que parece. No funcionan mucho las medias tintas.

    Cambiando de tema, he leído el libro de Coia Valls. Tiene una prosa muy poética y llena de belleza. ¿Queréis recorrer la ruta de la seda en plena Edad Media? ¡Leedlo!

  5. LAURA dice:

    Buenos días y sin malos humos!
    Soy fumadora, pero de poquitos cigarros(4 o 5 al día)y aunque me fastidie mucho no poder fumarme tranquilamente sentada el cigarrito de después de comer estoy a favor de la prohibición de no fumar en los espacios públicos cerrados. A mi también me molesta que los locales parezcan Londres cuando la niebla está más baja que nunca y sobretodo ese olor a tabaco impregnado en la ropa no solamente cuando una sale de juerga(lo menos habitual, teniendo 2 niños), sino a las 09:00 de la mañana recién duchada y perfumada a la espera de poder beber ese café tan deseado para poder despertarme y teclear algo con sentido en mi ordenador.
    Si que es verdad que muchos de los que fuman en las terrazas o aceras, no tienen respeto pero no somos la mayoría pero también es verdad que cuando nos fumamos un cigarrito a veces se nos mira como extraños….

  6. Montse Morell - 13 Gener dice:

    bona tarda !

    Totalment a favor de que no es fumi en locals tancats !!!! no heu pensat en els pobres cambrers que no volen fumar, i han d’aguantar el fum dels qui es volen podrir els pulmons ??? Estic absolutament a favor de la prohibició, i si algú vol fumar en un local tancat que s’acostumi a servir-se les begudes a si mateix !!!!
    El que si que haig de dir és que la llei té forces punts febles…no trobo normal que no es pugui fumar al carrer, si s’està a menys de 200 metres d’un parc infantil o d’una escola, i per contra que es pugui fumar en un camp de futbol on potser tens un menor just al teu costat…
    Ah !!!! per cert, els avis dels geriàtrics i els malalts dels centres de salut mental és igual que es morin d’un càncer, no ???? potser a l’administració ja li convé per tal d’estalviar-se la despesa que provoquen (ho dic perqué no entenc que es permeti fumar en aquests llocs…)
    Sóc molt dura amb els fumadors que no respecten els pulmons dels altres, i per si algú s’escandalitza SÓC EX-FUMADORA !!!!

  7. Francine dice:

    ¡Viva la ley anti-tabaco! Esa es mi opinión. Me encanta poder tomarme un café en cualquier cafetería con mi hija de tres años a mi lado sin miedo a que sea una fumadora pasiva. Aunque eso ya no sucedía desde que se diferenciaron los espacios para fumadores y no fumadores. Así que no entiendo esta radicalización de la ley. A mí no me parece mal que tengan un sitio donde fumar (o tirarse pedos como proponía Jaumet) siempre que este bien aislada una zona de otra (no me gusta el olor a tabaco ni a pedo). Estoy de acuerdo con Bruno en que las prohibiciones tajantes no son positivas, de hecho encuentro excesivo que en la puerta de mi trabajo (un hospital) mis compañeros no puedan salir a fumar si no se alejan un mínimo de 50 metros de la entrada. No sé, una vez en la calle, ¿qué más da? Por otro lado ¿durante cuanto tiempo hemos aguantado los no fumadores las risas de los enganchados a este mal vicio si les pedías por favor que no te «ahumasen» la comida? Demasiado, así que sintiéndolo mucho por los fumadores, cuando lo mezclo todo y lo peso en la balanza, me doy cuenta de que esta ley para mí tiene más pros que contras.

  8. Núria V dice:

    Nunca he fumado y espero no hacerlo nunca, aunque que he sido fumadora pasiva.
    Agradezco que ahora no deba fumar el humo de los demás.
    En cuanto a las dos recomendaciones literarias, sólo he leído «La princesa de Jade» y la recomiendo fervientemente, tiene ese «algo más» que yo busco en las novelas, ese toque mágico que hace vibrar el alma, hace reflexionar, emocionarse, en definitiva SENTIR.
    QUE BIEN UN NUEVO AÑO POR DELANTE….NUEVOS RETOS….NUEVAS EXPERIENCIAS

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