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EL VALOR DE LA COMUNICACIÓN

Autor: Bruno jueves 10 noviembre 2011

Hoy recomiendo una novela especial, El tiempo que nos une, de Alejandro Palomas, recientemente publicada por Suma. Es una novela de esas que marcan, que no puedes olvidar dónde la has leído y lo que ha despertado en ti, de aquellas que se quedan en el corazón. La historia de cuatro generaciones de mujeres, que se emocionan y nos emocionan.  Una novela con dos partes Tanta vida y El cielo que nos queda, que en un solo volumen y leída de un tirón es el mejor antídoto para una tarde de otoño con un buen chocolate caliente. Una novela que si la recomiendas, no fallas, un regalo excepcional para cualquier mujer estas navidades. Además, puedes también comprarlas en catalán, pero en volúmenes separados, Tanta vida i El cel que ens queda, editadas por Columna. Dos opciones  diferentes, pero igual de interesantes en un mercado que está raro y, por eso, dos mejor que una.

Qué difíciles son las relaciones entre las personas, y cómo nos complicamos a veces la vida por no coger el toro por los cuernos. Cada vez cuesta más encarar las cosas con valentía y decir lo que uno piensa, pero Mencía, la gran protagonista de la novela de Alejandro no se calla nada, ha vivido tanto ya, que sabe que callar y morderte la lengua no siempre es lo mejor, aunque lo parezca. ¿Estaríamos en la situación que estamos hoy en nuestra sociedad si no hubiéramos sido tan conformistas? ¿Si la gente tomase más partido por las cosas que cree?  Creo que ya va siendo hora que no callemos todo lo que pensamos y no tengamos miedo de decir la verdad, sin ganas de ofender a nadie, sino con las ganas de construir para ir a mejor, pero el miedo a veces se disfraza de prudencia, y nos equivocamos.  En resumen, necesitamos más Mencías en el mundo, por un lado, y recuperar un valor que es de la familia.  En este libro destaca el amor de madre, de hermana, de abuela, que son cosas que a mí no me han faltado nunca y que aunque cueste un esfuerzo luchar por llevarse bien con los tuyos, ya que la vida, a veces no lo pone fácil, yo creo que son ellos, la familia, la que siempre está ahí a pesar de todo. A medida que la familia crece, como la de nuestras protagonistas, también crecen los “problemas”, hay más gente con la que entenderse, la base de la comunicación,  y eso seguro que pasa en muchos hogares, pero vale la pena hacer un esfuerzo y seguir haciendo piña, a mí me ha funcionado siempre, incluso ahora que vamos creciendo. Haced la prueba!

4 Responses to “EL VALOR DE LA COMUNICACIÓN”

  1. Mónica Subietas dice:

    Bruno, no sabes cómo me identifico con este post. A veces debería callarme a tiempo y en cambio otras veces debería decir exactamente lo que pienso y con eso me ahorraría muchos sinsabores. Lo difícil es encontrar cuál de las dos opciones es la adecuada en cada situación a la que nos enfrentamos. Quizá leyendo esta novela encuentre la respuesta al desafío. Muchas gracias por la recomendación.
    Mónica.

  2. Enrique A. dice:

    Está muy bien hablar del valor de la COMUNICACION y de la COMUNICACION que debe generar valor….
    Aquí me tenéis como profesional de la COMUNICACION para lo que haga falta…

  3. Rebeca dice:

    No decir las cosas que realmente queremos decir lo único que hace es matarnos por dentro y consumirnos poco a poco.

    Me encanta el título del libro, «El tiempo que nos une», es un título que inspira, porque realmente es ese tiempo compartido con nuestra gente el que nos ayuda en todo momento.

    Muy buen post Bruno.

    Un abrazo,

    Rebeca.

  4. Donatien de SADE dice:

    Estoy de acuerdo Bruno. Lo que ocurre es que nos tienen hipnotizados con mercanchiflerias y demasiado ocupados a la vez con la productividad. Así, ni nos enteramos de asuntos clave como, por ejemplo, lo sucedido en Italia recientemente. Todo el mundo, hoy, se felicita de la marcha de ‘il cavaliere’ Berlusconi (compañero mio del alma en voluptuosidades y concupiscencias)y se acoja (sin paso por las urnas: ojo al dato!) al señor Mario Monti cuyo historial financiero (véase Goldman Sachs) da pavor. Una buena jugada de cartas de la Oscura Fraternidad Financiera que al final leemos, amigo Bruno, como lo que no es y nos quedamos únicamente con la anécdota de que el libertino i fogoso Berlusconi se va…

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