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EL TREN DE LA VIDA

Autor: Sandra Bruna jueves 20 mayo 2021

Cuando uno llega a una edad, la vida se ve de otra manera. No quieres perder la ilusión, y quieres ver en cada etapa lo bueno de la misma, pero la vida empieza a darte toques de atención, avisos, de que este tren está llegando a la mitad del camino y que el tiempo corre, que todo se acelera y que, por muchas cosas que pasen a tu alrededor, el tren no frena ni te espera.

Esta reflexión la hice leyendo la novela de Lluís Oliván, VLADIVOSTOK, publicada en catalán por la editorial Periscopi, la cual ha tenido éxitos muy destacados últimamente, como el de  Marta Orriols, y sus obras APRENDER A HABLAR CON LAS PLANTAS Y DULCE INTRODUCCIÓN AL CAOS, publicadas, también en castellano, por Lumen.

En esta novela, Tomás, que es el protagonista, pierde a su mujer Magda, cuando planeaban un viaje a Vladivostok. Dos años después, Tomás intenta encontrar sentido en su día a día, como viudo y jubilado: lee los libros que ella le dejó pendientes, recorre las colinas de su urbanización en bicicleta y queda con su mejor amigo, quien insiste en buscarle una nueva pareja. Pero ese verano cambiará por completo, con la llegada de una nueva vecina y su hijo, provocando que Tomás se replantee qué hacer con sus últimos años de vida.

Todos hemos imaginado qué haríamos cuando nos jubilemos o cuando pudiéramos tener más tiempo libre, lo que nadie piensa es que idealizamos demasiado ese momento y lo que debemos tener en cuenta. Lluís profundiza, a través de su personaje, en el sentido de la vida, el anhelo de hacer cosas cuando no las estás haciendo y en que la vida de los demás pueden verse reflejados tus deseos y tus carencias.

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