A lo largo de la historia, la medicina siempre ha sido la ciencia que todos queremos ver evolucionar porque está claro que sin ella no venceríamos muchas de las enfermedades que han aparecido y aparecerán; esto no tiene fin. Debido a la pandemia hemos conocido en vivo y en directo lo importante que es tener una buena sanidad, buenos profesionales en el sector y también buenos científicos, y la importancia de cuidar de todos ellos, no solo cuando nos sentimos desprotegidos, sino siempre. Quien está en el mundo de la medicina es por vocación, igual que quienes estamos en el de la cultura: eso no significa trabajar a cualquier precio. La vocación y la pasión mueven montañas, pero necesitan que las cuidemos para seguir manteniendo ese nervio que las mueve. Coia Valls afirma que esta novela es un homenaje a todos aquellos que han cuidado de nosotros a lo largo de la historia.

Creo que esta reivindicación es necesaria para hablar de un libro especial, una novela histórica con la rúbrica de una escritora de raza, Coia Valls. LA ALQUIMIA DE LA VIDA, publicada por Destino en castellano y por Columna en catalán, nos sitúa en el siglo XV donde el mundo estaba cambiando, pero la medicina se encontraba estancada en la vieja fórmula de la triaca. Sin embargo, siempre ha habido hombres y mujeres en busca de nuevas maneras de guarecer el cuerpo y el alma, que ensayan formulas alquímicas para conseguir el elixir de la vida eterna. A menudo se ha creído que eran dementes o meros hechiceros y Magí Surroca es uno de ellos, que investiga formulas antiguas para elaborar remedios. Él es un alquimista instalado en Llívia, donde vive también Pau Vinyes, el médico del pueblo. Ambos llegan a Barcelona, en un viaje que será una transformación vital. Se vive un momento de cambio en el que el teocentrismo deja paso a la ciencia.

Beatriu, otra de las protagonistas, se escapa del Monasterio de Vallbona de les Monges e intenta salirse de esa estigmatización de la brujería. Solo la fuerza del amor y la amistad y la entrega absoluta a un ideal le permitirán una vida autentica, de libertad y plenitud. Una novela donde los personajes tienen claroscuros, donde el poder ser propietario de algo que cura mueve lo mejor y lo peor de cada uno ya que en esta novela, como en la vida, hay personas que tienen intereses morales y personas que priorizan las ganancias, ya sean económicas o de poder. Todo esto nos lleva hacia una novela histórica llena de intrigas situada en LLívia, donde está la farmacia más antigua que se conserva de Europa, Vallbona de les Monges y Barcelona.

Un momento de transformación mundial, donde la medicina y la ciencia son dos puntales de la trama, y como dice la propia autora, que escribió la novela durante el confinamiento cuando el mundo se lanzaba a encontrar la vacuna contra el COVID, EL ELIXIR, todos teníamos miedo y desconfianza a la vez que esperanza en la ciencia. Como siempre, la historia se repite y mirando el pasado podemos entender un poco más el presente.

Gran novela, como todas las que esta autora ha publicado en su larga carrera, con todos los ingredientes para enamorar a los amantes de las novelas históricas, pero con algo especial de trasfondo que me emociona:  había gente, y quiero creer que todavía la hay, con la intención de hacer un mundo un poco mejor y contribuir al bien común.