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¿DEPENDEMOS DEL MÓVIL?

Autor: Bruno jueves 3 octubre 2013
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Hoy no sabemos vivir sin móvil, y no sólo esto, sino que en el teléfono tenemos de todo, y cada vez más cosas, de las cuales pasamos a ser totalmente dependientes, quizás lo de menos es el poder llamar. SMS, WhatsApp, diferentes aplicaciones, cámara de fotos, Internet y un largo etc., y si eres de los que no tienes todo esto, pareces casi fuera del mundo real. Hay muchas ventajas de poder tener un teléfono a mano, pero la dependencia del mismo no me parece algo tan bueno, y sin darnos cuenta cada vez nos esclaviza más. Parece que por llevar el móvil encima, siempre tengas que estar disponible, y el tema de la privacidad haya desaparecido del mapa para la mayoría. ¿Podemos llamar en cualquier momento y a cualquier hora? ¿Debemos estar conectados siempre? ¿Estamos obligados a responder?

No creo que sea sano tener que plantearse todo esto, pero parece que no hay muchas alternativas hoy en día porque el simple hecho de que puedan localizarte por diferentes vías, es casi ley no escrita que tengas que contestar. La mayoría de gente exigiría que contestases de inmediato, igual que con el email, que también nos ha cambiado la vida para bien, en muchos casos, pero a la vez nos ha impuesto una inmediatez que no nos deja vivir, parece que debamos estar pendientes todo el día de contestar correo, enganchados a la pantalla grande o a la pequeña, porque te entra por todas partes, pero debemos intentar ser educados y saber que cuando estamos con alguien, el móvil queda en segundo término, y cada vez lo hacemos, y me incluyo, menos, por esa ansiedad de «me está sonando el teléfono y quizá sea algo importante». Necesitamos saber gestionarlo, aprender a hacerlo, porque ahora parece todo urgente, con esta esclavitud, pero no todo lo urgente es importante, según me ha dicho siempre un amigo inteligente, por tanto aprender a gestionar eso desde que te levantas nos haría mucho más felices a todos, aunque algunos, de entrada, no lo entendieran. Mi pregunta es ¿podemos aprovechar sólo las cosas buenas de estos aparatos, o si los tienes debes seguir esa ley no escrita de la inmediatez? Allí lo dejo.

Y a raíz de este tema, no puedo dejar de recomendar PULSACIONES (Ediciones SM), el nuevo libro de Francesc Miralles, escrito a cuatro manos con Javier Ruescas, y que ya está en listas de los más vendidos en muchas librerías. Un tándem perfecto con una novela revolucionaria. Escrita en formato de WhatsApp, y con una cubierta llamativa, es una de esas novelas que creará adicción entre los más jóvenes, y las más jóvenes, porque no cuesta de leer, y la trama es trepidante, con misterio y amor, ingredientes que ambos autores saben manejar a la perfección. ¿Te la vas a perder? Aquí te dejamos un vídeo que te encantará.

Película: TIENES UN E-MAIL. La propietaria de una pequeña librería de cuentos infantiles, Kathleen Kelly, ve peligrar su negocio cuando una cadena de grandes librerías abre un local al lado de su tienda. Ella mantiene una relación por correo electrónico con Joe Fox, pero no conoce su identidad ni sabe que él es el hijo del dueño de la cadena. Antes que el WhatsApp teníamos el mail, y esta película también tiene una historia de amor detrás, no con tanto misterio, pero con el mundo del libro como telón de fondo, y por eso pienso que es muy recomendable, también.

3 Responses to “¿DEPENDEMOS DEL MÓVIL?”

  1. Paz dice:

    La reflexión de esta semana me la he hecho yo muchas veces. Yo soy de las que lleva la «oficina» en el teléfono móvil y procuro atender a todo el mundo, lectores de mi blog incluidos. Creo que sí, es preciso poner un límite, entender que tu receptor tiene una vida igual que la tenemos todos y que lo urgente de verdad, termina siempre por saberse.
    Un beso.

  2. Rebeca dice:

    Querido Bruno,

    A veces nos cuesta dejar aparcado el móvil, quizá deberíamos aislarnos un poquito, y no depender tanto, pero el mundo en el que estamos inmersos, es el mundo de las tecnologías…

    De tus recomendaciones me quedo con Pulsaciones!!!

    Adoro el libro! Me ha encantado. No solo engancha y se lee super fácil, si no que además deja reflexiones en el corazón. Como han de hacer los buenos libros 😉

    Se lo recomiendo a todos los jóvenes, y a aquellos que aún son jóvenes en su interior. Que es lo verdaderamente importante.

    Besos.

  3. RAMON GASCH POU dice:

    Bona nit Bruno:
    Recordo que de menut a casa hi havia un telèfon que anava amb una maneta i que per trucar sempre havies de parlar amb la central. Era el Nº 26. Tenia un rètol en castellà i anglès que deia: «Usar el aparato con moderación «. Després al començar a treballar anava com boig cercant cabines perdudes per aquest mons de Deu, on moltes vegades sols hi havia un cable penjant, per que algú s’havia emportat l’auricular. Mes tard telèfons immensos com els «Walkie Talkie» militars i després, a mesura que jo em feia mes gran, ells es feien mes petits. Actualment son elements que ens semblen indispensables, sonen en qualsevol moment i tenen tantes aplicacions que al final et fan perdre la realitat. L’altre dia em vaig asseure en un banc de la Plaça Catalunya , però enlloc de donar menjar als colomins urbans em vaig dedicar a contemplar als altres urbans , també de dues potes, completament enganxats als seus mons d’artifici en forma de pantalla: fotos, vídeos, SMS, watssApp, aplicacions, jocs, internet, tablets i un llarg etc. que ens fan perdre el mon de vista. De que ens serveixen tenir centenars de fotografies si no tenim temps per contemplar-les? De que ens serveix parlar amb centenars d’amics per Fbook o Twit si no podem prendre una cervesa i fer petar la xerrada amb ells? No se, però molt em temo que algun dia tots tornarem a la realitat i aquesta serà molt dura. Jo tinc un element d’aquest que va inventar en Jobs, per motius professionals. Quan em jubili definitivament ja tinc triat un pou sec i molt fondo al mig de la muntanya del Montseny. Aniré allà, el desconnectaré, el llançaré al fons del forat i després deixaré anar un crit tant llarg i fort com em permetin els pulmons. En acabar m’asseuré al terra i em dedicaré a escoltar el rumor del vent i el cant dels pardals. I si, tal vegada no torni mai mes…
    RGasch

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