2011, ¿el peor año de nuestras vidas? ¡Ni pensarlo!
Hemos empezado el 2011 un poco asustados porque los grandes “gurús” financieros aseguran que este va a ser el peor año de crisis, que la cosa va a llegar a tocar fondo y que la que nos espera es buena, así que con estas predicciones uno se queda paralizado, y en un principio con cara de poker, pero también debo confesar que ante ese miedo paralizador, mi antídoto es actividad. Hemos pasado ya épocas muy malas, y a mí el trabajo constante, la lucha y el ser hormiguita y cosechar, siempre me ha dado resultado, así que pienso ¿por qué esta vez no? He animado a mi equipo a reinventarnos, a trabajar de otro modo para conseguir más cosas, a reflexionar y actuar, pero no pararse, y estoy convencida que iremos logrando pasito a pasito lo que nos propongamos para nuestros autores. Es cierto que va ser más duro, que tendremos que poner mucho más esfuerzo que en otros momentos, que tendremos que pedir más paciencia, que siempre la pedimos y es lo que los autores llevan peor, pero que si vamos todos a una llegaremos a la meta, quizás no como campeones, pero llegaremos y habremos superado la carrera. Ya que muchas veces es más importante llegar que ser el primero; y saber disfrutar del camino recorrido con sus cosas buenas y malas. El mundo editorial está expectante porque los editores dicen que no se vende nada pero hoy leemos en El Periódico que las ventas de los libros han subido estas Navidades, y lo que sí que vemos es que el mercado está “raro”, no hay una tendencia clara desde el éxito de Larsson, pero hay libros que funcionan, ayudados por una promoción, y muchas veces gracias al tesón del propio autor, que siguiendo este lema de TRABAJO y MOVIMIENTO luchan para que las ventas sean constantes, van a las librerías de cualquier lugar, a pesar de que haya pocos lectores, a hablar de su libro, están dispuestos a currarse al lector uno a uno y acaban vendiendo. Eso no quiere decir que todos cumplan las expectativas esperadas por su editor, pero consiguen que el goteo haga que haya movimiento y eso quiere decir actividad. No hay que parar los motores, los hemos de alimentar, de manera razonable, para seguir rodando. Tres grandes ejemplos de este tesón son Martí Gironell, que L’ARQUEÒLEG ha sido el libro más vendido en catalán de estas Navidades, Coia Valls, con su LA PRINCESA DE JADE (hoy ya en castellano en librerías), y Agnès y Nadia con EL SECRET DEL MEU TURBANT. Libros que no puedes dejar de leer si no lo has hecho ya.
Mi recomendación hoy va a ser para dos libros que se publicaron ya hace un tiempo pero que siguen en el mercado cosechando ventas, más despacio sí pero sin parar, con ese goteo que tanto gusta al editor. Venden porque son libros de calidad, bien escritos, bien defendidos también por su magnífica autora, porque realmente si los lees te aportan muchas cosas para afrontar la vida, tu día a día, y sobre todo, ese Miedo paralizador que no nos lleva a nada. Son los libros de Pilar Jericó, NO MIEDO y HÉROES COTIDIANOS. ¡No te los pierdas para afrontar el 2011 sin pizca de temor!
Sí, ja sé què vols dir, amb això d’anar amunt i avall per la geografia. Avui conduiré (ja que no hi ha trens de nit) uns tres-cents quilòmetres (Barcelona-Tortosa-Barcelona) per parlar a la llibreria La 2 de Viladrich de Tortosa de la novel·la El quadern de Nicolaas Kleen. És l’altra cara de l’ofici d’escriptor
Mensaje captado.
Yo recomendaría a los editores que se quejan tanto que leyesen (o releyesen, ya que igual en su día lo hicieron pero se les ha olvidado el mensaje) el libro ‘Quién se ha llevado mi queso’. Después de décadas acostumbrados a que su frecuente ineficacia no se notase porque las ventas compensaban la incompetencia (esto pasa mucho, véase el sector de la construcción) , ahora están desconcertados porque alguien se les ha llevado el queso que tanto abundaba, y no saben de quién es la culpa, y exigen, entre otras cosas, que sea el autor el que con su fuerza de voluntad, además de ser el que ‘se curra’ la obra por dentro, ‘se la curre’ por fuera y se deje la piel en la promoción, como explica la comunicante de más arriba. Muchos ánimos, por cierto, a los autores que son capaces de esto y de más: un libro es como un hijo, por el, lo que haga falta.
A los autores se nos culpa de impacientes y a los editores nadie les culpa de nada. Yo echo de menos editores con ideas nuevas, con atrevimiento, que despierten ilusión y optimismo, que sean capaces de buscar el queso en otra parte, o de plantar cara, y veo una inercia tan enorme que a veces se diría que uno está viendo un diplodocus moviéndose por la isla de Jurassic Park.
Bruno, dales caña a los editores, sin los autores no son nada, que ellos, diciendo que no se vende nada, se quedan tan anchos y el pesimismo se va adueñando de todo, calando, como lluvia fina que se filtra y todo lo empapa.
Ala, ya está dicho.
Me he quedado descansado.
jaumet
Es cert que la feina constant acaba donant fruits! A vegades costa una miqueta però finalment els resultats. Aprofito per agrair als autors el seu esforç constant i participació activa en la comunicació. Els temps estan canviant i aquest punt s’està convertint en clau per l’èxit. Hem de ser positius i veure quines oportunitats ens presenta la situació actual. Sempre n’hi ha!!!! Ànims
Vale Bruno, me siento identificada con la impaciencia, lo reconozco. Soy un poco hiperactiva y «un rabo de lagartija» pero también soy muy optimista y, al igual que tú, pienso que el trabajo siempre da sus frutos. Estoy acostumbrada a reinventarme y a desarrollar una capacidad casi camaleónica de adaptación a las circunstancias. El mundo editorial se me presenta personalmente muy novedoso y me pilla con unas ganas tremendas de trabajar lo que hace que esté especialmente motivada. Claro que lo veo todo positivo pero lo prefiero así. Por el momento sigo trabajando y trabajando y trabajando y preparándome para lo que pueda llegar. Tengo fe en el 2011 y, si no hay tendencias claras, pues habrá que crearlas ¿no? Apuesto por un año estupendo.
Me apunto las recomendaciones, como siempre. Besos.
Pues ahí va mi aportación a la crisis literaria: Las redes sociales. Son baratas, eficaces y ayudan muchísimo a dar a conocer esos libros que quizás pasarían desapercibidos en las librerías. Hay que currárselo, cierto. Como todo en la vida. ¿Queremos una familia estable? No podemos dejarlo todo en manos de nuestra pareja, debemos contribuir con nuestro esfuerzo. ¿Queremos mejorar en el trabajo? No esperemos a que el jefe nos valore sin más, primero debemos dar el doscientos por cien. ¿Queremos publicar un libro y después venderlo? Captemos un publico que nos apoye, ya sea en promociones (quienes ya han publicado) o en las redes sociales (quienes estamos pendientes de hacerlo). Mi propuesta, coger el toro de la crisis por los cuernos y torearlo hasta vencerlo.
Coincido. La experiencia me dice que es más viable el trabajo regular (ese que hacemos día a día, recogiendo pequeños pero incesantes frutos), que el espectacular éxito de una sóla vez. Y esto corre para todos los tiempos: los de crisis y los de no crisis.
Un saludo,
Alejandro.
Pensamiento creativo: anclar la atención en pensamientos positivos y ver la oportunidad que hay detrás de la aparente adversidad. Siempre hay bestsellers por descubrir….mmmmm si el bestseller mundial 2011 saliera de la Agencia Sandra Bruna….creatividad cercana, cassolana.
Hay crisis, pero también hay mucha prosperidad, y yo sueño con que la prosperidad que observo sea en beneficio de todos (un buen libro cumple con el requisito!!!!)
Para mi, de momento el 2011 es excelente, con enriquecedoras experiencias para crecer. Pinta bien, muy bien el 2011.
Totalmente de acuerdo en que hay que estar activo y que hay que cambiar el chip. Ahora las redes sociales, los blogs, los clubs de amigos, etc. juegan un papel clave para desarrollar una carrera literaria.
http://literaturabasura21.blogspot.com/
Yo también pienso que el autor ha de trabajar: escribir no es suficiente. Algunos privilegiados pueden permitírselo, pero son casos excepcionales. Así pues, hay que moverse: presentaciones, charlas, sesiones de lectura, entrevistas de todo tipo, presencia en la red y… lo que haga falta. Hay que convencerse de que vender un libro es todo un acontecimiento.