Siempre he pensado que vivir una guerra debe ser una experiencia muy dura. Nosotros, por suerte, no hemos vivido ninguna. Mi abuela, todavía viva con 96 años, nos ha explicado varias veces lo que significó para ella vivir en un período complicado como la Guerra Civil y siempre me ha hecho ver que realmente no puedes tener una idea de lo que es una guerra si no has vivido ninguna. Víctor Amela, en su nuevo libro NOS ROBARON LA JUVENTUD (Plaza y Janés), ha querido hacer su propio homenaje a todos aquellos jóvenes que fueron llamados a filas durante la Guerra Civil.

A esta generación de chicos se les conoció como la Quinta del Biberón, y muchos ni siquiera tenían dieciocho años cuando perdieron la vida en la cruel Batalla del Ebro. Los supervivientes de esta guerra finalmente acabaron en penales y cárceles franquistas, en campos de concentración o en batallones disciplinarios, y debieron cumplir luego un largo servicio militar. Todos ellos conservaron para siempre el terrible recuerdo de esa guerra en la que combatieron con alpargatas y sin cartucheras.

NOS ROBARON LA JUVENTUD presenta un gran trabajo de investigación que el autor ha realizado de forma excelente y con mucho cariño. Amela ha recopilado el valioso testigo de veinticinco supervivientes para reconstruir en este libro la memoria de estos chicos que se vieron obligados a desprenderse de su juventud. De esta forma, el autor ha creado una conmovedora historia humana que homenajea a todos los héroes anónimos de la Quinta del Biberón justo cuando se cumple un centenario de su nacimiento. Esperamos que libros como estos nos hagan reflexionar más sobre el pasado y no permitan que otra generación pueda perder su juventud.