Blog de Bruno

Este trimestre, el último del curso para los niños, es uno de los más duros para mí. Se acerca el verano pero se juntan ferias importantes, viajes, y en un tiempo récord llega el verano. Después del break de Semana Santa parece que haya subido a una noria de las que nunca paran de dar vueltas y de la que me es imposible bajar. Siento, en algunos momentos, vértigo, aunque me lo esté pasando bien. La noria de la vida es eso, no para de girar y en cada vuelta puedes sentir diferentes sensaciones. Leer un libro como SHINRIN YOKU. EL ARTE JAPONÉS DE LOS BAÑOS DE BOSQUE me ha hecho pensar que aunque la noria no se detenga, puedo intentar rebajar su velocidad hasta el punto de poder disfrutar de cada momento en plenitud.

Francesc Miralles y Héctor García, después del éxito que han tenido con IKIGAI, traducido a 40 lenguas, y siendo un BESTSELLER en ya varios países en los que se han vendido más de 100.000 ejemplares como en Turquía y Holanda, publican un nuevo libro juntos. Un libro de tendencia japonesa que nos ayudará a ver cómo la naturaleza eleva el estado de ánimo y desactiva el estrés y la ansiedad. Nos explican de dónde viene esta tradición y cómo aplicarla en nuestro día a día, ya que la mayoría vivimos entre edificios y no a tocar de la naturaleza, la cual es capaz de poder ayudarnos a equilibrarnos, a sentirnos parte de un universo en el que la calma y la búsqueda de la felicidad es posible con tan solo seguir unos pasos sencillos, que nos facilitarán que el ritmo de la noria lo marques tú y que puedas parar y volver a girar cuando te apetezca. ¿No es lo que muchos necesitamos saber ver? Para los que viven cerca de la montaña o del mar, podrán aprender los beneficios que tiene sólo con poder mirarlos a diario, y los que no tienen la naturaleza tan accesible, sabrán cómo encontrarla. Un nuevo libro que con la marca de estos dos grandes autores nos da herramientas para que podamos vivir más y mejor.

Estaba convencida que el día que escribiera sobre el nuevo libro de Francesc Miralles y Álex Rovira, titulado ALEGRÍA, lo haría con una sonrisa. Es un libro que a modo de cartas te da esas pautas para discernir lo que es realmente importante y cómo superar momentos de adversidad o tristeza, que todos pasamos en algún momento de nuestra vida. Y debo confesar que esta semana me siento triste, y no puedo escribir con esa sonrisa, por todo lo ocurrido el domingo pasado en Barcelona. No voy a entrar en política, simplemente me entristece la violencia, la cual nunca he aceptado ni aceptaré. Siempre he defendido el diálogo, pero para dialogar tiene que haber dos interlocutores que quieran hacerlo, y cada vez hay menos personas que quieran hablar y menos gente que quiere o sabe escuchar y, por este camino, creo que no vamos bien, amigos. Por esta razón re-leer ALEGRÍA me ha dado serenidad, perspectiva y calma, que creo que muchos, esta semana, necesitamos un poco de cada una de estas palabras en nuestro día a día.

Los autores afirman que muchos nos perdemos los pequeños momentos de alegría buscando la felicidad, y tienen razón, porque alegrías, por pequeñas que sean, las tenemos, pero es posible que a veces no las valoremos como tal, y es mejor hacer una lista de esas alegrías, para vencer este sentimiento triste que a veces nos abraza tan fuerte que no nos deja pensar. Así que me gusta poder compartir con vosotros que mis pequeñas alegrías son pinceladas pequeñas de cosas que me despiertan sonrisas, como ver la salida del sol junto al mar con mis amigas o meditar sólo escuchando el vaivén de las olas. También me alegra la sonrisa sincera de mi hijo cada vez que me mira, me alegra que cualquiera de mis amigos o familiares consiga uno de sus retos y cumpla sus ilusiones, por pequeños o pequeñas que sean, y, os aseguro que podría hacer la lista más larga. Porque una simple sonrisa de alguien desconocido puede ser motivo de alegría y, después de leer el libro, pienso disfrutar de estos momentos mucho más y hacer alguno de los ejercicios que los autores proponen, convirtiendo el libro en un pequeño tesoro que nos ayuda a poder levantarnos cada día con la convicción de que hay momentos tristes, pero debemos saber gestionarlos. Porque la tristeza forma parte de nuestras emociones y podemos aprender a combatirla y hasta a convivir con ella, eso sí,  siempre con una sonrisa que nos abrirá otros horizontes, porque debemos siempre mirar más allá, y seguir adelante.

Felicidades Álex y Francesc por volver a conseguir hacer un tándem explosivo que nos llena de optimismo, incluso en momentos convulsos y nos ayuda a cultivar ALEGRÍA. Así que gracias por un libro así ahora y siempre.

Perseguir lo que necesitas, lo que de verdad deseas, es un reto. Lo es porque muchas veces no somos lo suficientemente valientes para enfrentarnos a nuestra propia verdad, o no estamos preparados para escucharnos a nosotros mismos. Sin embargo, leer IKIGAI de Francesc Miralles y Héctor García fue el primer paso para reflexionar sobre el motivo que hace que me levante de la cama, por aquello que me ilusiono cada día, lo que es mi razón de vida. Debo confesar que no sé si lo he descubierto todavía, porque lo difícil para mí es encontrar sólo una cosa, por eso la publicación del libro EL MÉTODO IKIGAI creo que es un acierto.

Un segundo libro de los mismos autores, dónde te indican cómo poner en práctica esa búsqueda, o si ya sabes cuál es tu IKIGAI, en el que Francesc y Héctor te muestran el camino para potenciarlo. Para conseguirlo proponen treinta y cinco rutas, con ejercicios prácticos y lecciones esenciales para conseguir aquello que quieres, llegar a esa estación de vida que necesitas y que es realmente dónde quieres estar. Esta es la única manera, según los autores y lo que han aprendido de esta filosofía japonesa, de que la felicidad y el bienestar, algo tan buscado por todos, surja de manera natural dentro de nosotros. Penguin Random House y Ara llibres publican esta parte práctica, que no es una segunda parte, sino un extra para los que ya han leído IKIGAI y necesitan saber cómo aplicarlo, y para aquellos que ya lo saben y ya han llegado a descubrir su ikigai, tendrán las herramientas para poder potenciarlo, cuidarlo, llegar a ser sinceros consigo mismos y hacer lo que realmente quieren. Es un camino, un entreno, pero puedo asegurar que vale la pena, y que el cambio, que no es de un día para otro, es un bálsamo para poder vivir dentro de esta sociedad cada vez más estresada y convulsa, y si sabes cómo utilizar las herramientas adecuadas, esa palabra mágica que es felicidad, y que muchos dicen que nunca encuentran, surge de manera natural. Todos la llevamos en el ADN, pero tenemos que descubrirla, destaparla y potenciarla al máximo, porque de vida sólo tenemos una y tenemos que aprender a saber disfrutarla. Hoy, aquí y ahora, no mañana. Nadie ha dicho que sea fácil, pero tampoco difícil, simplemente es querer hacerlo y eso sólo uno mismo puede decidir si quiere y cuándo quiere. Está en tus manos, y todos buscamos el bienestar y la manera de poder vivir feliz con lo que tenemos. Por eso, Francesc y Héctor nos ayudan con pautas, porque una cosa es la teoría y la otra es la práctica de cómo poder llegar a tu IKIGAI y hacerlo grande.

IKIGAI (Urano en castellano y catalán) y EL MÉTODO IKIGAI (Penguin Random House en castellano y Ara LLibres en catalán) son dos libros de cabecera para poner en tu mochila y hacer el camino con ellos. Y releerlos cada vez que sea necesario, porque la vida es una montaña rusa que baja y sube, y mantener el equilibrio es difícil, pero no imposible, y tenemos que ir a por ello.

Se acaba el curso escolar. Un curso más superado, piensan todos, y tres meses de vacaciones. ¡Ojalá los pillara yo ahora! Recuerdo haber dicho a mis padres durante mis vacaciones verano que me aburría y hoy, pienso que me encantaría tener un poquito de tiempo para aburrirme. ¡Cómo cambian las cosas! Al tener un hijo pre-adolescente empiezas a ver la importancia que tiene para ellos formar parte del grupo y como con las nuevas tecnologías se ha perdido la comunicación oral y, son capaces de decirse muchas cosas a través del teléfono pero nada mirándose a los ojos. Esto es un arma de doble filo, que deben saber utilizar bien tanto los que envían como los que reciben mensajes, porque en algunos casos se puede llegar a hacer mucho daño con lo que uno pone en un grupo de WhatsApp. A nadie le gusta ser el raro del grupo, o quizás algunos lo prefieren, o es su opción para aislarse de algo que no les gusta, como en la nueva novela de Francesc Miralles, TÚ ERES LA NOCHE / TU ETS LA NIT, en la que descubrimos un grupo de gente que no quiere o no puede ver la luz del sol. No son vampiros pero viven bajo tierra durante el día, apartados del mundo que conocemos.

El protagonista, Rai, conoce por accidente un club clandestino que frecuentan los que han decidido rebelarse contra la luz del sol y vivir de noche. Entre ellos se encuentra Lucía, una chica de dieciocho años con tendencias autodestructivas por la que Rai se siente tremendamente atraído. Una semana es el tiempo mínimo para ser un iniciado. Dos semanas da acceso a la Jaula de la Oscuridad, un pozo bajo las Catacumbas donde reina la negrura absoluta y es posible entregarse a la prueba definitiva. ¿Lucía forma parte del grupo abajo y no arriba? ¿Rai será capaz de integrase por ella y abandonar su vida?

Una historia de amor y de comprensión e incomprensión que gustará a los jóvenes, fans de Francesc Miralles ya con sus previas novelas como PULSACIONES o RETRUM y, que en esta última, también nos cuenta los sentimientos de gente que no forma parte de lo ‘normal’. Pero, ¿alguien sabe qué es lo normal hoy en día? Por eso, esta novela me ha encantado y creo que todos deberíamos leerla porque Francesc, magistral siempre, vuelve a poner sobre la mesa temas tan básicos para todos sin que te des cuenta. Solo por eso la novela ya vale la pena, pero además te engancha, y te apasiona por la historia tan bien tramada entre Rai y Lucía. Bravo de nuevo Francesc, has sabido volverlo a hacer. Un novela encantadora y a la vez oscura, con la dosis perfecta para que nada pase porque sí.

Todavía hay anuncios en la tele de ese viaje que no has podido hacer este verano, imágenes de pueblos marinos, de hoteles suculentos, que me despiertan añoranza de las vacaciones, mientras el otoño está picando a la puerta con fuerza. Ya empieza a hacer más frío, han caído las primeras lluvias, el día cada vez es más corto y el sol, más flojo. Sin embargo esa sensación de nostalgia, es positiva, dado que significa que he pasado un verano genial, que es cierto, y que aunque el otoño no sea una de mis estaciones preferidas, sé que van a venir cosas buenas, porque la vida tiene el color de la actitud con la que la vivas, y yo he elegido verla de color verde, el color de la esperanza. Un color que transmite calma, tranquilidad, pero que no te hace perder las ganas de luchar por las cosas, ni la ilusión por cada pasito que puedes dar hacia adelante. Por esta razón, haber leído la nueva novela de Francesc Miralles, UN RAYO DE ESPERANZA, que publica Plataforma Editorial, ha sido la guinda del pastel.

Una novela preciosa, dónde los personajes viven tristezas, porque la vida no es siempre alegre, pero saben sacar la parte bonita de este sentimiento, y además convertirlo en positivo. Una novela poética que te da las claves para poder salir airoso de situaciones que a veces parecen límite, pero no lo son, por mucho que así lo sientas. Y te da ese rayo de esperanza que todos necesitamos alguna vez para poder convencernos de que si queremos, podemos. ¿No os han preguntado nunca que os llevarías a una isla desierta? Estoy segura de que sí, pues aquí la pregunta sería: ¿QUÉ SALVARÍAS DEL FUEGO SI SOLO PUDIERAS SALVAR UNA COSA? Complicado y sencillo a la vez, no hablamos de personas, sino de una cosa, material o no. El personaje, se da cuenta, en la última página, de lo que salvaría, y yo sólo puedo deciros, que no puedo estar más de acuerdo con ella, pero para averiguarlo, tendréis que leer esta novela que sale directamente del CORAZÓN, de un corazón como el de Francesc Miralles, que todos sabemos que es garantía de humildad, humanidad y que es grande.

Felicidades amigo, por otra novela de la cual aprendemos a ser mejores y a poder ser más fuertes, en un mundo dónde nada es perfecto, donde vivimos momentos muy buenos pero también de muy malos, inevitables, donde sufrimos muchas decepciones, sobre todo de gente que no esperas… pero así somos los humanos, y hemos de aprender a vivir con esta parte más triste de la vida, pero sin olvidar que lo más importante es saber darle la vuelta a la tortilla. Porque si uno quiere, lo puede hacer. Cada paso es un reto, y sin retos estaríamos muertos, así que a mirar hacia adelante, y a seguir con una sonrisa de esperanza que, para mí,  no puede ser de otro color que verde.