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SEGUNDAS OPORTUNIDADES

Autor: Bruno jueves 17 noviembre 2011

La recomendación de hoy es el último libro de Sonsoles Fuentes, Sedúceme otra vez,  publicado por la Editorial Zenith.  La vida que llevamos nos impide muchas veces disfrutar al máximo de la vida personal, y eso afecta la relación de pareja, tema de conversación siempre entre amigas y amigos, dado que esa pasión de los primeros tiempos se pierde por el camino y la pregunta del millón es: ¿Qué podemos hacer para recuperarla? ¿Hay una segunda oportunidad para EL DESEO?

Las segundas oportunidades son un tema a tener en cuenta, no sólo en el mundo de la pareja, sino en muchos otros ámbitos. La sociedad actual, según mi modo de ver, no es de las que acepte segundas oportunidades, y yo creía que todo el mundo debía tener una segunda oportunidad. Somos humanos y por eso no somos perfectos y, cometemos errores que, una vez solventados, nos hacen crecer y aprender, por eso creía que una segunda oportunidad siempre podía tener cabida, y lo fundamental era como la enfocabas, y que ambas partes estuvieran de acuerdo en navegar en una misma dirección. Sin embargo, he tenido varios desencantos con las segundas oportunidades, la última ha sido sonada, y por eso ahora pongo en duda si todo el mundo merece una segunda oportunidad. Es muy diferente plantear una segunda oportunidad amorosa, una segunda oportunidad de recuperar algo perdido por el camino, como puede ser la pasión, que como muy bien explica Sonsoles en su libro, de manera amena, sencilla y  coherente, SI QUERÉIS, PODÉIS, y es en plural. O dar  una segunda oportunidad a alguien que te ha traicionado, engañado, o quizás algo peor. Por eso, lamentablemente, yo que siempre había defendido el sí, me pensaría dos veces a quién debo o no debo dar esa segunda oportunidad. ¿Y tu qué piensas?

4 Responses to “SEGUNDAS OPORTUNIDADES”

  1. Núria V dice:

    «Nunca digas nunca jamás»….aunque yo pienso AHORA que hay que mirar adelante, y que las segundas partes difícilmente son buenas.
    Tengo triste experiencia de segundas oportunidades, provocadas tal vez por el apego. La segunda oportunidad pienso que es un engaño del ego, para poder autoafirmarse diciendo «hice todo lo que pude».
    Hoy que estoy en un momento de cambio personal, pienso que si una puerta se cierra será para abrirse otra. Una despedida puede convertirse en la bienvenida hacia nuevos horizontes.
    Dicen que para atrás ni para tomar impulso!!!!!
    Con cariño,
    Núria

  2. joan dice:

    Siempre ¡¡¡¡¡ Segundas y trerceras oportunidades. Lo único que hay que tener presente, es no esperar de los otros, la misma forma de reaccionar de uno mismo en las situaciones, eso evita decepciones.
    Quizás como dice Nuria, haya parte de ego en conceder segundas oportunidades, pero nunca un retroceso.

    Joan

  3. Rebeca dice:

    Hay que pensar mucho a quien le damos las segundas oportunidades, porque no todas las personas a las que se las brindamos lo merecen.
    Todo el mundo debería gozar de una segunda oportunidad y de una tercera y una cuarta, únicamente cuando la está pidiendo de verdad.
    El problema es que quien pide nuevas oportunidades a veces lo único que pretende es hacerte más daño aún del que ya te ha hecho.

    Y en ese caso a veces sea mejor cerrar las puertas para no volver a abrirlas.

    Las segundas oportunidades a veces traen felicidad, y otras nuevos engaños y más grandes traiciones!!

    Un beso Bruno!!

    Rebeca.

  4. Donatien de SADE dice:

    Que puedo decir yo, Donatien de Sade, de las segundas oportunidades? Mi ingenua hija literaria, Justine, víctima de los infortunios de la virtud, seguidora del abnegado Job bíblico, recogió el sufrimiento de los desaprensivos que acechan en las penumbras de la Vida. Mi esposa, Renée-Pélagie de Montreueil, perdonó tantas veces mis cacerías voluptuosas! Vertió ríos de lágrimas sobre sus pañuelos de encajes, pero no consiguió dominar el irrefrenable espíritu dionisiaco, la sed de desmesura que me consumía. Por eso, amigo Bruno, desde la atalaya del libertinaje ilustrado te recomendaría pensar bien a quién le concedes una segunda oportunidad si no quieres acabar tus días como mi amada Pélagie o mi infortunada hija literaria, Justine. En cierta ocasión, convenimos con mi tío el abate, hombre de equilibrio apolíneo y dionisiaco, que el arrepentimiento solo está al alcance de los verdaderamente sabios o de los muy necios. Piénsalo bien, Bruno!

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