Las noticias de esta semana me dejan perplejo, dado que hoy se ha expresado el titular de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, que ha incluido en la Ley Orgánica del Poder Judicial aprobada hoy por el Consejo de Ministros la normativa por la que Sofía, Felipe y Letizia quedarán blindados y sólo podrán ser juzgados por el Tribunal Supremo. Serán aforados, que no lo eran hasta ahora, pero lo bueno es que hay más de 10.000 aforados en España, y eso quiere decir que gozan de privilegios y exenciones en caso de ser juzgados. ¿No decían que la justicia era igual para todos?  

Este término de aforo, me recuerda a la época medieval, por lo menos, y es que este gobierno, y lamento decirlo tan claro, entre la ley del aborto, esta y todo lo que está pasando con la ley educativa, sólo podemos decir que necesitamos reflexión. Si estuviéramos en la época romana, y yo fuera Julio Cesar, mi dedo pulgar estaría señalando hacia abajo. Por suerte, ya nadie tiene que salir a un circo con leones y depender de que alguien señale con su dedo si puede vivir o morir, pero con este gobierno y los cambios que plantean estamos retrocediendo muchísimo y lo bueno de la historia es que podamos recordar lo bueno y lo malo de cada etapa. Ya sé que el gobierno lo elegimos democráticamente y salió mayoría, pero me gustaría saber cuánta de esa gente que votó todavía está de acuerdo con ellos o, es más, cuántos de los que no votamos, porque nadie nos gusta, querríamos votar para poder cambiar este tipo de leyes que sólo nos llevan a pensar que algo no funciona. En el momento en que los poderosos gozan de privilegios reconocidos, porque los no reconocidos sabemos todos existen, es que vamos dando pasos de tortuga pero hacia atrás.

¿Quién nos hubiera dicho que un imperio como el romano pudiera tambalearse por culpa del amor? Quizás dicho así parece exagerado, pero Víctor Amela con su nueva novela AMOR CONTRA ROMA (Ediciones B en catalán y castellano) nos dará las claves de cómo la ambición de Augusto, los venenos de Livia, las orgías de Julia, la paciencia de Tiberio y los juegos de Ovidio, uno de los poetas más influyentes de la historia, hilvanan una trama histórica apasionante, donde Ovidio revoluciona las relaciones de pareja y desafía las leyes morales de Augusto. ¿Necesitamos un nuevo Ovidio para que nos haga reaccionar? La libertad es un bien preciado que ha costado mucho de conseguir y hay países que todavía no gozan de él, así que todos, es igual del partido que seamos, deberíamos seguir luchando para que nadie que quiera hacer del poder su arma pueda quitar algo como la libertad de decidir o la igualdad en la justicia, porque sino acabaremos volviendo a los circos romanos en menos que canta un gallo, y quizás  no es lo que esperamos de Roma, hoy en día. En cambio, leer la novela de Víctor Amela nos hace ver una parte de Roma poco explicada y que en su novela AMOR CONTRA ROMA nos deja con la boca abierta haciendo un elogio del amor y la poesía, que nos ayudarían a ver las cosas distintas a día de hoy también. Novela trepidante, un page-turner, escrito por Víctor Amela, autor de EL CÁTARO IMPERFECTO, que ya fue una de las novelas más leídas el año pasado, y que con esta se consolida como un escritor en mayúsculas, sin dejar de ser ya un gran periodista.

LA CANCIÓN: Ben-Hur.