Cualquier ruptura amorosa es dura, por ambas partes. Es evidente que el abandonado sufre más que el que abandona, pero romper una relación nunca es fácil porque dejas una parte de ti en el otro, muchos momentos compartidos que quedan en la memoria, aunque no quieras reconocerlo. Esos momentos de felicidad total que los saboreas pocas veces, pero te dejan ese buen sabor de boca que cuestan tanto de olvidar. Sin embargo, el amor es una llama que no puede apagarse, porque si se apaga es difícil volver a encenderla, y todos la necesitamos sentir en algún momento del día. Todos queremos sentirnos queridos, amados, y cuando esto te falta, hay una parte de ti que no funciona.

Jordi Tello es el autor que publica la semana que viene 1816, EL AÑO QUE NO HUBO VERANO, un libro de formato pequeño pero grande por dentro. Cada frase, cada palabra está perfectamente medida y correctamente bien puesta para que sientas ese dolor de la pérdida de alguien que quieres mucho, y que un buen día se difumina como el humo.

Descubrí a Jordi por sus textos en Instagram porque estaban maravillosamente escritos, me hacían sentir, y la verdad es que por mi profesión leo mucho, incluso los textos en redes, para encontrar algo que me sorprenda de verdad. Y estos en especial me hicieron reír, llorar, o recordar momentos vividos de pasión, de risas, Me sorprendí a mi misma porque estos textos provocaron que me atreviera a hacer algo que nunca había hecho antes, que fue enviar un mensaje a un desconocido y felicitarle por sus escritos. Él me respondió, amable, y me contó que iba a publicar un libro con Urano, con la editora Esther Sanz, a quien conozco bien porque es una de las mejores y además una autora también maravillosa. No me sorprendió este binomio, y os aseguro que mi intención no era fichar a este chico sino decirle que tenía talento para publicar, pero ya lo había visto una editora, así que pensé que allí terminaría mi relación con Jordi más allá de seguir leyendo sus textos siempre profundos y que me hacían reflexionar. Sin embargo, Jordi me volvió a contactar y me dijo que tenía un nuevo texto y si lo quería leer. Me encantó. Texto cortos pero profundos, llenos de sentimientos, que volvieron a despertar algo en mí, así que aquí estamos, arrancando está aventura con Esther como editor, y yo en su barco para intentar que estos textos puedan volar más allá. Porque libros que hablen de rupturas amorosas hay muchos, pero que lo hagan como Jordi, creo que no hay. Que hablen del amor de forma abierta, de la pasión, la locura, pero también de la duda, de la tristeza y del saber perdonar en pocas frases, en pocas palabras, no los he encontrado. Es poesía narrativa pura que enciende las luces de aviso de todos los corazones. Un libro corto que se lee rápidamente, que no está dentro de un género concreto, pero que es puro sentimiento y que te aporta tanto que es de los que me dejaré encima de la mesita de noche para releer aquella página adecuada cuando mi corazón se sienta frágil.