¡ME HA TOCADO!
Un anuncio de lotería ha despertado el debate, la burla o el chiste fácil, pero yo felicito al publicista que lo ha hecho porque ha dado en el clavo: el objetivo de todo anuncio es que se hable de él y provoque reacciones, y si al final la gente compra más lotería, ¡bingo! Después las opiniones son válidas en todos los aspectos, pero la mía es que le veo la parte sensible, la parte buena del anuncio, la que nos invita a soñar en que todavía es posible que haya gente que piense en los demás, gente de buen corazón que es capaz de compartir y de acordarse de las personas que forman parte de un entorno cercano, que son «fieles» y ayudan con un granito de arena, en este caso un cortado diario, a personas trabajadoras.
Que es posible que la gente que estamos en un mismo círculo nos echemos una mano. A mí me parece fantástico, y creo que puede ser verdad. Quizá soy demasiado soñadora o utópica, pero siempre me han gustado las películas que, como este anuncio, hacen aflorar la parte positiva de las personas y destapan el egoísmo y la avaricia que pueden despertar ciertas cosas en otras, como en el film TE PUEDE PASAR A TI donde Nicolas Cage interpreta a un policía de Nueva York que comparte un décimo de lotería, precisamente, con una camarera que acaba de conocer y esto le cambia la vida totalmente, descubre que está casado con la persona equivocada, a quien sólo le importa el dinero y las apariencias, y a pesar de ganar mucho dinero él es capaz de mantener la entereza y dar al dinero la importancia relativa que merece. A pesar de las malas artes de su esposa, triunfa la buena fe de las personas y el amor. Lo sé, too much, pero me encantaría creer que nos puede pasar a todos, y cuando pienso si yo haría lo mismo que el camarero o que el policía, me gusta sentir que sí, que lo haría. ¿Y a ti?
Hoy recomiendo el libro de John Green, pero no su actual bestseller, que ya lo hicimos, BAJO LA MISMA ESTRELLA/NO ESTÀ ESCRIT A LES ESTRELLES (Nube de Tinta/Fanbooks), que también es una muestra de ver la vida de la forma más positiva que se puede en cada etapa, sea buena o mala, sino CIUDADES DE PAPEL/CIUTATS DE PAPER ya publicado en España también por Nube de Tinta y en catalán por Fanbooks, y en la cual se abordan temas como la amistad, el amor y la identidad para plantearnos una sola pregunta: ¿vemos en los demás, y en nosotros mismos, sólo aquello que queremos ver? Esta es la pregunta del millón, ¿cerramos los ojos a lo que no nos gusta? ¿A lo que nos gustaría hacer pero quizás no somos capaces? Haciendo un link con mi escrito: ¿nos gustaría ser el camarero o el que recibe el décimo? ¿Somos de los que creen que el anuncio se pasa, o somos los de la parte soñadora? Ahí lo dejo, junto con una novela para todos los públicos que también nos hará pensar, que bien nos hace falta.
Las grandes oportunidades para ayudar a los demás rara vez vienen, pero las pequeñas nos rodean todos los días – SALLY KOCH
Solamente quien no sabe crear, es capaz de criticar el trabajo artístico de otros.
Estoy totalmente de acuerdo contigo Sandra.
Tal como has argumentado: lo principal de la publicidad es que se hable del anuncio. Seguramente la lotería de Navidad ni siquiera necesita un anuncio: todo el mundo sabe qué es, cuándo ocurre y dónde adquirirla.
El anuncio trata de enviar un mensaje. Si bien el spot anterior era muy limitado (una canción interpretada por cuatro famosetes cuya caracterización daba miedo), el de este año queda bastante claro. Y juega bien con las emociones.
Por supuesto, a mí me gustaría ser cualquiera de los dos protagonistas. Los dos son afortunados: el camarero por poder ayudar a un amigo y el cliente por tener tan buenos amigos
Lo complicado es que en esta sociedad donde imperan aun ciertos valores poco definidos ni nosotros mismos sabemos que haríamos, aunque efectivamente, nuestra intención inicial sería el compartir. La crisis, la pobreza, la necesidad de pensar en nosotros mismos porque realmente no queda más remedio, ha cambiado por un lado muchas cosas positivas del ser humano pero por otro lo ha mejorado; ¿Cómo? Porque la gente se ha vuelto más solidaría ya que se siente mucho más vulnerable y ve que esa vulnerabilidad es una característica de muchos. Sin embargo, he de pensar y quiero pensar que entregaríamos el décimo, no obstante creo que muy pocos lo harían. La gente pasa mucho dolor, mucha penuria y nadie suele ayudar. ¿Por qué yo entonces? Se preguntan. El mundo ha cambiado. Los valores que nuestros abuelos defendieron están desapareciendo. Hay muchas cosas que ya no hacemos y la bondad es algo que empieza a perderse por el afán de supervivencia, por la rabia de sentirse solo cuando más necesitas de los demás. Un anuncio precioso, un post precioso pero sinceramente creo que habría muy poquitos camareros o policías…. Un saludo!
El anuncio de la lotería de este año sigue la corriente publicitaria de unir a un producto (en este caso la lotería) un sentimiento (en este caso la solidaridad). Este concepto de publicidad no es novedoso. Hace muchísimo tiempo que grandes empresas internacionales, por ejemplo Coca- Cola (la chispa de la vida), lo utilizan y con éxito. Marca y empatía emocional, ese es el cóctel. Como siempre en España vamos un poco rezagados en algunos conceptos de comunicación como este por ejemplo.
Personalmente me gusta el anuncio porque refleja muy bien el momento socioeconómico de este país, donde se debe recurrir a la esencia del ser humano para poder seguir viviendo con una sonrisa.
Besos.
Independientemente de la finalidad del anuncio – la venta – me gusta especialmente porque todo el equipo artístico, desde el que tuvo la idea y la escribió hasta el director y los intérpretes han sido capaces de plasmar en dos minutos y medio una bonita historia, con matemática precisión y exquisito buen gusto, tanto en el fondo como en la forma. Porque en estos tiempos – y en cualquier tiempo, de hecho – lo único que tira de todos, lo que nos hace apostar por nuestros sueños, lo que nos permite levantarnos todos los días es la ilusión, la que no debemos perder aunque el cielo sea gris. Lo positivo siempre para minimizar lo negativo. Los hechos no dejarán de ser los que son, pero nuestra percepción desde la sonrisa, que hay que trabajar dada la coyuntura y la bondad con los demás cambiará radicalmente. Esa es la magia. Y reside dentro de uno siempre que sepa buscarla o le ayuden a hacerlo si no sabe cómo. Yo no me quedo con la lotería. Me quedo con el optimismo y el buen sabor de boca que deja.