Hoy escribo este blog sobre lo último de Alejandro Palomas, ESTO NO SE DICE, y la verdad es que no sé muy bien por dónde empezar.  Represento a Alejandro desde hace casi 20 años, y, además de mi amigo, es uno de los mejores escritores de la agencia. Hemos tenido una relación que ha ido creciendo y, como todas las relaciones, ha tenido sus altibajos, pero ha llegado un momento que es una relación sana, pura, maravillosa, y alejada de lo estrictamente profesional. Con una mirada, con un guiño, con nuestros silencios lo sabemos todo el uno del otro. Por tanto, podéis imaginar mi estado de shock al leer ESTO NO SE DICE, publicada por Destino esta semana, donde explica los abusos que sufrió a los ocho años por parte de su profesor.

Durante estos 20 años él había hablado conmigo de esta etapa, pero poco.  Pinceladas, nada profundo. Nunca supe hasta qué punto llegó esta situación, y cuando me avisó de que iba a explicar su experiencia en los medios de comunicación, no podía creerlo. Casi no podía ni escucharle, tuve que apagar el televisor, más de una vez.

Sin embargo, al leer desde sus palabras esa niñez marcada por los abusos, me pasó algo que nunca me había pasado desde que soy agente: me quedé sin palabras. ¿Cómo alguien puede explicar tan claramente y tan bien una experiencia tan terrorífica? Yo todavía no salgo de mi asombro. Alejandro ha hecho un libro rompedor, impactante, pero a la vez luminoso, y eso solo puede hacerlo un escritor en mayúsculas. Un verdadero maestro de las letras. Quien crea que va a encontrar en esta narración algo desagradable, se equivoca. Se va a encontrar un testimonio duro, cruel, pero sereno, desde su verdad, para explicar los recuerdos de su infancia, la relación tan maravillosa que tenía con su madre, y a pesar de esto, cómo le costó confesarle que estaba sufriendo, cuando era tan solo un niño, cómo pudo resistir entre tanta sombra, el rechazo de un padre, y cómo la escritura le salvó literalmente la vida.

¿Por qué un deportista, un cantante o un actor puede explicar sus memorias, casi siempre dramáticas, y no puede hacerlo un escritor, que es quien mejor puede expresar una experiencia de manera escrita? Hay gente que le pregunta por qué lo ha hecho ahora, creen que se ha aprovechado del momento y es un libro oportunista. Todo el mundo es libre de pensar lo que quiera, pero si Alejandro ha escrito este libro es porque creía que debía hacerlo, porque es un libro que puede ayudar a muchos padres, madres hijos e hijas. Es una historia que habla de cómo ser una persona hipersensible te convierte en la diana de muchos, no sólo en caso del abuso, sino de bullying, por parte de los compañeros o de no sentirte nunca parte del grupo, porque eres diferente. La literatura le permitió crear mundos paralelos para sobrevivir y aquí esta su testimonio más sincero. Es la realidad de un hombre que apostó por vivir luchando con la mejor arma que disponía, la literatura. Sé que siempre da vértigo publicar un nuevo libro, y este más, pero Alejandro, has hecho un libro delicado, útil, estremecedor, tierno y honesto. Quien no quiera escuchar verdades como puños, que no lo lea, pero denunciar el maltrato de una manera tan acertada como haces es casi la única vía que nos queda para tener esperanza en que este mundo puede ser mejor. Gracias Alejandro Palomas.