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Ética profesional

Autor: Bruno jueves 9 diciembre 2010

Estos días hemos vivido una situación realmente delirante con la postura de los controladores aéreos que decidieron actuar por su cuenta y abandonar sus puestos de trabajo sabiendo que en un puente de cinco días iban a fastidiar las mini vacaciones y salidas a muchas familias que esperaban con ilusión estos días. No quiero opinar si tienen razón al protestar contra las medidas del gobierno, no quiero meterme en si son o no justas, ya que es sabido que cuando a cada uno nos tocan el tema monetario no es fácil de encajar, a pesar que todos sabemos que los sueldos de los controladores son muy superiores a los de la mayoría; sin embargo, lo que no es de recibo es no ser responsable en tu trabajo. Esta semana leí una contra donde el titular decía que se debería exigir por contrato que la gente fuera ética en su trabajo, y eso quiere decir, a mi modo de ver, responsable con lo que hace y no pensar sólo en su bienestar sino también en el de los demás.  Por eso provocar un caos con la gente de a pie, como lo hicieron, a mí me parece inadmisible y estoy segura que todos los colectivos que están al servicio de la sociedad, médicos, enfermeras, profesores, policías o bomberos tienen muchas cosas por las que quejarse, pero debemos priorizar la responsabilidad que conlleva el oficio que hemos elegido ejercer, que no quiere decir no quejarse de las injusticias, pero tampoco lavarse las manos y dejar a la gente colgada de manera inexplicable.

Hoy quiero recomendar un libro para los que les gusta la novela histórica con mayúsculas. Rufino Fernández acaba de publicar su novela GALA PLACIDIA con la editorial Edhasa, y nos descubre un personaje femenino muy atractivo, del cual sabemos poco, y eso que fue una de las mujeres más influyentes de su tiempo. Quizás necesitaríamos más mujeres con ese carisma hoy en día, aunque siempre combinándolo con la “famosa ética”, que en su época tampoco estaba muy de moda ponerla en práctica, y con el bochornoso acto de los controladores de este fin de semana largo, hemos comprobado que hoy en día muchos la han perdido, o quizás es que nunca la habían tenido.

4 Responses to “Ética profesional”

  1. Francine dice:

    Es difícil decir quién es el bueno o el malo en el caso de los controladores. Lo que está claro es que quienes iban a volar este puente han sido los mayores perjudicados.
    Yo como trabajadora de un hospital estoy totalmente de acuerdo con la ética laboral. Si no vas a ser responsable con tus decisiones y no vas a tener en cuenta como afectan a quienes das servicio, mejor búscate otra profesión.
    En ocasiones hacer huelga es necesario para reivindicar nuestros derechos, pero siempre dando unos servicios mínimos, y siendo conscientes que trabajamos para personas. Los controladores no son el único colectivo que padece los recortes ocasionados por la crisis, pero parece que ellos aún no se han dado cuenta.

  2. Paz dice:

    Hay una palabra llamada «COMPROMISO» y otra «VOCACIÓN» que unidas, dan como resultado a tantos y tantos profesionales dedicados a los demás, a pesar de haber terminado su jornada laboral, a pesar de tener sus sueldos congelados, a pesar de estar en desacuerdo con determinadas políticas… Ellos y ellas, grandes profesionales, bomberos, policías, sanitarios, hacen que nuestra sociedad, aunque con defectos, sea una sociedad del bienestar, de la que todos nos beneficiamos, incluidos los controladores. Sé muy bien de lo que hablo por gente comprometida y vocacional que tengo muy cerca de mí, por eso, no logro comprender el planteamiento de los controladores.

  3. Jaumet dice:

    Ejemplos de falta de ética los encontramos a porrillo por todas partes, por desgracia. Los controladores y sus aires de grandeza son sólo un ejemplo más y todos nos llevamos las manos a la cabeza, como es natural. Sin embargo no hace falta ir tan lejos ni fijarse solamente en los que meten tanto ruido: cuando a los profesores de la escuela pública les tocan un par de días de vacaciones (adelanto del inicio del curso escolar) y montan un cirio exigiendo una semana festiva en febrero, la cual obtienen bajo amenazas de huelga. O en el mundo en que nos movemos por estos lares, el de los libros y demás: cuando el jurado de un premio literario se deja influir por apaños de bajo mano, o cuando una empresa editora mangonea los hilos para que gane tal o cual novela, o mienten a un escritor sobre la cantidad de ejemplares vendidos para escamotearle derechos de autor. Cuando un escritor fusila la idea de otro. Cuando un creador pisa al que tiene al lado para sobresalir él. Cuando un escritor mediático se aprovecha descaradamente del hecho de ser conocido para colocar su producto, con el acuerdo, cómo no, de empresas periodísticas y editoriales, que se frotan las manos con la publicidad fácil y gratuita. Cuando un escritor es menospreciado porque no es conocido, aunque sea muy bueno, y cuando una editorial niega la entrada a nuevos talentos, aduciendo razones de crisis, y se entesta en hacer las mismas cosas de siempre aun a sabiendas que -como decía Einstein- para obtener resultados diferentes hay que hacer cosas diferentes.
    En este mundo hostil y asqueroso, ¿quién no está de acuerdo en que el instalador de sus nuevas ventanas le haga la factura sin iva, y al día siguiente se queja de la corrupción generalizada?
    Los controladores solo son un granito de arena en un desierto en que la ética brilla por su ausencia.

    Jaumet

  4. Montse de Paz dice:

    Respecto al tema controladores, mi reacción primera ha sido la de casi todo el mundo, creo, ¡qué falta de responsabilidad y qué pocos escrúpulos a la hora de presionar por sus derechos! Y la segunda una vez digerida la noticia, reflexionando y a la vista de las reacciones de gobiernos, sindicatos, medios… es de extrañeza. ¿Cómo un colectivo que se supone de gente formada e inteligente cae en la trampa de usar la huelga ilegal, fastidiando a miles de personas, perjudicando muchos negocios, y ganándose el odio de la opinión pública? ¿No lo ven? ¡Salen perdiendo! ¿O hay algo más detrás? Oí a una persona comentar que, finalmente, los controladores dependen de AENA, y ésta del gobierno… Lo que han hecho los controladores no se justifica, pero tampoco encuentro muy normal que un presidente casi insulte a un colectivo de trabajadores que, finalmente, dependen de él… Si tenían privilegios abusivos, ¿no ha tenido casi dos legislaturas para corregirlos? La duda asoma, ¿y si el gobierno ha dejado que las cosas se desmadraran para luego intervenir, en plan «misión imposible», como un salvador de emergencia? Es una táctica propia de gobiernos autoritarios que a lo largo de la historia ha dado resultado a unos cuantos dirigentes…

    En cuanto a la ética, leí también esa contra con mucho interés. Me dio pena. Hasta dónde hemos llegado que hay que pedir que la gente sea ética por contrato. Pero por otra parte me pareció muy razonable e incluso necesario, vista la realidad, que nunca es como nos gustaría. Paz habla de vocación y compromiso, dos pilares del trabajo bien hecho. Pero incluso en un sector fundamentalmente vocacional, como el mundo de las ONG, a veces la ética brilla por su ausencia y los directivos hemos de recordar a nuestros empleados que, por muy «buena gente» que seamos, también tenemos derecho a exigirles unos mínimos. Que no todo vale, y que no por el hecho de estar trabajando en algo solidario hay que bajar el listón en cuanto a exigencia profesional y ética. ¡Ojalá muchos lo entendieran!

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