Esta semana lazo rosa
El martes fue el día internacional del cáncer de mama y leí una contra de La Vanguardia fantástica de Víctor Amela a Claudia Maccioni, que es uno de los muchos ejemplos de mujer valiente y luchadora que una experiencia como esta le ha cambiado su vida y la visión de la misma. Realmente da miedo ver las estadísticas de cuántas mujeres van a padecer cáncer de aquí en adelante, y cada vez tenemos más gente que nos rodea que conoce a alguien que lo está pasando mal por esta terrible enfermedad, pero testimonios como el de Claudia nos ayudan a no tener miedo antes de tiempo y a ser conscientes que es importantísimo las revisiones, el ser responsable con una misma y no dejar de cuidarnos en este aspecto, y en todos los demás, ya que muchas de nosotras pasamos por delante casi todo, excepto lo que nos concierne a nosotras mismas. Así que empezando por cosas tan importantes como la salud y terminando por cosas tan banales como ir al gimnasio, deben estar entre la lista de las prioridades semanales junto con el resto de cosas que ya damos por sentadas que las vamos a hacer, y las haremos bien, como nuestro trabajo diario, el tener la casa en condiciones, el cuidar de los niños y que no les falte ni el desayuno, ni el equipo de gimnasia, ni los deberes, y además de intentar que todo esto cuadre, debemos estar estupendas, y sobre todo de buen humor. Hay días que realmente es casi imposible conseguirlo todo, y suprimimos de esa lista lo que no deberíamos, así que animo a que reflexionemos y sepamos discernir el grano de la paja, y estoy segura que todo nos iría mucho mejor, y sobre todo nos sentiríamos mucho mejor, que en definitiva es lo que nos debería importar más a todos.
Mi recomendación de hoy no puede ser otra que LA PRINCESA DE JADE, de Coia Valls ganadora del premio Néstor Lujan de novela histórica, el cual publica Columna en catalán y que ya está en librerías a partir de hoy mismo. Si hablamos de mujeres fuertes y que pueden con todo, en la novela de Coia no hay una SINO TRES, a parte de la autora, que es otra gran mujer, y que con esta novela nos traslada al año 551 después de Cristo con una aventura trepidante, un viaje maravilloso, y unos personajes que dejan huella, que llegan hasta al final por un sueño; una historia de amor, de riesgo y superación con Oriente y Occidente de telón de fondo, dos culturas y un secreto alrededor de la poderosa ruta de la seda. Una novela para todos los gustos, para muchos públicos, pero muy recomendable para todas las mujeres luchadoras, heroínas cotidianas. 😉
Muchas felicidades para Coia.
La novela tiene una pinta estupenda y espero hacerme pronto con ella.
Saludos.
Todas nosotras somos «super mujeres» de una manera u otra y es cierto que todas nos dejamos a nosotras mismas, muchas veces, para el último lugar. Desde aquí, yo también reivindico un espacio para el yo, un yo que pasa por el ocio y por la salud, por el amor y por el autoconocimiento… al menos unos minutos cada día.
Por cierto, mi más sincera enhorabuena para Coia, si a mí me ha alegrado la noticia, no puedo ni imaginar lo feliz que debe estar. ¡Qué bien!
Felicidades a todos los que formáis parte de ese premio.
Hoy es un día muy especial para mi. Uno de mis sueños se ha hecho realidad y eso nunca hubiera sucedido sin la compañía y el respaldo de un gran equipo. ¡Gracias! Gracias por darme pista para volar y confiar en mi vuelo, gracias por seguir de cerca cada aleteo y estar cuando el cansancio hace mella y, después, para mirar conmigo el horizonte y trazar nuevos trayectos.
Me gustaría que la Princesa de jade nos permitiera proyectar la mirada sobre realidades olvidadas, sobre un mundo que por momentos parece ajeno a nuestra memoria. Pero con el convencimiento personal que las verdades encontradas también forman parte del ser humano de hoy mismo.
¡Feliz viaje! Encantada de caminar a vuestra vera.
Es cierto que el cáncer de mama es una terrible enfermedad que además no tiene un motivo o causa definida por el cual ataca a unas mujeres y otras no. A veces influye nuestra genética, otras el estrés, pero por suerte este tipo de cáncer no es mortífero hoy por hoy. Casi todas las mujeres (y algunos hombres que también lo han padecido por extraño que parezca) lo superan, pero el problema no es el indice de mortalidad. El shock psicológico al enterarse de que uno padece esa enfermedad, el miedo por saber si podrá superarla, y el agresivo tratamiento al que deben someterse, es lo más duro de este tipo de enfermedad. Para quienes tenemos la fortuna de estar sanos, deberíamos concienciarnos más y como bien dices, no descuidar ni siquiera los aspectos más insignificantes que nos ayudan a mantener en buen estado nuestra salud.
Por último quiero felicitar a Coia Valls por su éxito.
Yo creo que todas las mujeres llevamos un «super héroe» dentro de nosotras. Sacrificamos muchas veces hasta nuestro propio yo, por la pareja, por los hijos, por los padres, por el trabajo, por los demás. Desde aquí reivindico cinco minutos para nosotras mismas cada día. Nuestra salud es importante y también nuestros sentimientos y nuestro ocio.
Además, decir que comparto la alegría de Coia, si yo estoy feliz y no tengo el placer de conocerla, cuánta felicidad debe sentir ella misma. ¡Qué bien! Mi enhorabuena a Coia y a todo el equipo que ha hecho posible este premio.
Querido Bruno:
Estoy contigo. ¡Adelante hasta que derrotemos a esta terrible lacra! si dedicamos los recursos necesarios, se conseguirá. Ya ha sucedido con el cancer de «cuello de útero». ¿Por qué no con el de mama, o el de próstata, o el de pulmón?
y respecto a lo que dices de cuidarse más, de mimarse, estoy completamente de acuerdo contigo. Te diré una cosa, Bruno: Hace 3 días perdimos a un compañero en ABC. 41 años. Cayó fulminado sobre su ordenador mientras trabajaba. Muerte súbita, dijeron. Todo rápido, a velocidad de vértigo; zozobra, streesss. ¿Merece la pena? No, claro. Por eso hay que cambiar las prioridades, y cuidarse, mimarse. Hacer un STOP o un KIT-KAT, o lo que sea. Lo que sea antes de caer fulminados. Porque la primera prioridad siempre es uno mismo.
Cuidaros todos (y todas), pues. No digo que os convirtáis en fanáticos del GYM como yo, pero cuidaros mucho. El cuerpo os lo agradecerá.