Varias veces he comentado en este blog la importancia de la figura de los abuelos. Y es que realmente veo que a mí me han marcado tan positivamente que, ahora que veo que mis padres, ya abuelos, marcan a mi hijo, y a mis sobrinos, me ilusiona. Ser abuelo parece fácil, son los que pueden mimar y consentir, con prudencia, para que después los padres no se vuelvan locos a la hora de educar, pero no es tarea tan sencilla, porque la línea es fina y a veces los padres no están de acuerdo en cómo, pero se apoyan en los abuelos y mucho, así que hay saber entenderse y reconocer la tarea de los abuelos, que siempre es de buena fe.

En mi caso, mis padres son unos abuelos excepcionales, y han hecho que los peques de la casa no quieran nunca que se vayan. Juegan con ellos, les explican cosas, y también les miman, de manera justa, así que hemos tenido mucha suerte porque este vínculo abuelos-niños, que ya vivimos nosotros, han sabido pasar el legado con nota, y ojalá todos los niños pudieran  disfrutar de esta relación tan especial.

Igual que le pasa a Eva en el libro que Sonia Fernández-Vidal y Pilarín Bayés han publicado, titulado EL UNIVERSO EN TUS MANOS, donde Eva no encuentra a su abuelo en su estudio de inventor, pero sí que encuentra una especie de nave. Eva decide entrar sin saber que allí va a comenzar la aventura más importante de su vida: rescatar a su abuelo mientras aprende las cosas más increíbles del mundo donde vivimos, el universo.

Sonia Fernández-Vidal ha vuelto a poner el conocimiento en manos de los más pequeños, y de los mayores, porque es un libro familiar donde aprendemos todos y disfrutamos de un libro de calidad extraordinaria con las bonitas ilustraciones de una gran maestra como Pilarín Bayés. Conocer el planeta, el mundo, el universo nos hace más grandes en muchos sentidos y más pequeños en otros, pero eso del saber no ocupa lugar, es la guinda de este libro fascinante, que todos deberíamos tener en la estantería de casa. Gracias Sonia por hacer fácil lo difícil, y por ser como eres, una persona tan extraordinaria como tus libros.

“Quien nunca ha cometido un error, nunca ha probado algo nuevo”, Albert Einstein.