El fin de semana pasado fue largo, y pasaron muchas cosas. La verdad es que una de ellas, la mejor, fue el nacimiento de mi sobrino Luca. Un nacimiento es siempre motivo de alegría, y más cuando es un niño esperado, en una familia como la nuestra. Sin embargo el mismo día, nos llego una noticia que me entristeció muchísimo, la otra cara de la moneda; la muerte de Elsa, editora y amiga, que ha luchado durante cuatro años contra el cáncer. Una mujer valiente, enamorada de los libros, y que vamos a echar de menos.

Mi hijo cree que cuando alguien muere se convierte en estrella, y que el mismo día nace otra vida. Así ocurrió el domingo, y estoy segura de que Elsa brillara como la mejor estrella del firmamento para ayudarnos a iluminar este mundo revuelto. La vida no es justa, nadie nos dijo que lo fuera, es cierto, y juega malas pasadas, como esta, a buenas personas. Una lectura que me ayudara a entender mejor este interrogante es el libro LOS SECRETOS DEL VIEJO HORACE, que nos enseña el «arte de vivir», aceptando que existe la muerte, la cual no soy capaz de entender todavía. Al menos cuando no toca, cuando el ciclo de la vida se altera y muere gente joven, que debería seguir pudiendo disfrutar de la vida. No sé si es cuestión de suerte, no debería serlo, pero a veces me parece que el destino está marcado por una tirada de dados, que debes aceptar sin protestar.

LOS SECRETOS DEL VIEJO HORACE nos cuenta una parte de la vida de Scott, un joven sin trabajo que cree haber fracasado en todo. Con la autoestima por los suelos, a sus 27 años ya considera que ha desperdiciado su vida. No tiene una carrera, los trabajos no le duran y su novia le ha pedido espacio. Cuando su tío le consigue un pequeño sueldo por cuidar del viejo Horace, un anciano enigmático y huraño, a Scott le parece simplemente otra desgracia más…

Sin embargo todo empieza a cambiar cuando Horace, para asombro de Scott, le pide que jueguen a la Oca. Poco a poco el joven irá descubriendo que el anciano utiliza las casillas del tablero para explicarle las claves del arte de vivir y ayudarle a reparar los errores que le han conducido al fracaso. Pero comprender las reglas del juego no lo es todo. Además de conocer las trampas y peligros, los laberintos y atajos, Scott va a necesitar el valor de avanzar por el tablero de la vida con coraje y sentido de la aventura.

Ojalá pudiera un HORACE explicarme cómo afrontar según que cosas que nos depara la vida, cómo no echar a suertes algo tan valioso como una vida, y poder quedarme sólo con las cosas buenas como los ojos todavía medio abiertos de Luca, y esa carita inocente, para mí el niño más guapo del mundo; y el recuerdo de la sonrisa de Elsa, y su vitalidad. Bienvenido Luca, Elsa descansa en paz.

Lee aquí las primeras páginas. 

“Hay tres cosas en la vida que una vez que pasan ya no regresan: el tiempo, las palabras y las oportunidades.”