La lucha de dos mundos
El fin de semana pasado tuve la suerte de poder ver la película AVATAR, la cual muchos amigos me habían recomendado pero como el género en el que se enmarca no va nada con lo que habitualmente me gusta, me perdí verla en cine y en 3D, que supongo que todavía es más espectacular, si cabe, ya que la historia en sí me pareció tan maravillosa que no hacen falta florituras, pero entiendo que la producción debe ganar en la gran pantalla y con relieve. De todos modos, la lucha entre dos mundos es la vida misma, el mundo teóricamente avanzado, donde el poder que manda es sólo el económico y lo demás no importa, contra el mundo mágico, bueno por naturaleza, que cuida su entorno, lo mima y tiene la capacidad todavía de AMAR, de luchar por sus creencias y de trabajar unido por un objetivo. Ojalá existiera ese mundo y pudiéramos aprender de él pero debemos conformarnos con la ficción de Cameron, que ya es algo, y por lo menos, ya que ha sido película taquillera, esperar que la mayor parte de gente que ha visto el film salga queriendo parecerse más a esos seres azules tan especiales que a nuestra raza humana, que cómo dijo mi hijo pequeño de cinco años, nosotros somos los malos y ellos, los teóricamente raros, son los buenos, mucho mejores que nosotros.
Hoy me gustaría recomendar un libro igual de especial y diferente que AVATAR, a pesar que no tienen nada que ver. La primera novela de Isabel del Río, LA CASA DEL TORREÓN, que de alguna manera también te transporta a dos mundos distintos, a dos visiones diferentes del mismo escenario y que estoy segura que casi todos querréis cruzar el umbral de esa casa, a pesar del aire escalofriante que sale al abrirse la puerta. No seáis cobardes y abordad la lectura sin temor, ¡os quedaréis atrapados en el mejor de los sentidos!