Amistad
Hace unos días leí la columna de Joana Bonet de LA VANGUARDIA donde hablaba del famoso Facebook y la cantidad de amigos que ahora tiene todo el mundo a través de este nuevo método de comunicación, y es verdad que las nuevas redes sociales nos han dado muchas posibilidades de conexión y difusión, pero realmente amigos, lo que significa la palabra amigo, creo que no. Ayer mientras escribía este blog, pensaba en libros y películas que hablen de la amistad y la verdad es que no hay muchos, y desde aquí os animo a qué participéis y nos escribáis para recomendarnos el mejor libro o la mejor película que habéis visto donde la amistad es la trama principal. Honestamente pienso que no hay muchos, porque realmente amistades en mayúsculas hay muy pocas, porque la amistad es la “cosa” más altruista que hay, es querer y hacer sin pedir nada a cambio, y en una sociedad como la nuestra, es muy complicado que alguien esté dispuesto al cien por cien a entregarse a alguien de este modo, y es más, cosas que empiezan siendo amistad acaban, la mayoría de veces, convirtiéndose en otra cosa, y por eso es complicado encontrarlo. Quizás en la literatura juvenil es más sencillo poder encontrar libros con esta temática, ya que a ciertas edades la amistad es básica, imprescindible y creíble. Después es cuando te llevas los disgustos más grandes porque tu mejor amiga, aquella que nunca te traicionaría, no ha reaccionado como esperabas. En según qué etapa de la vida, parecen traiciones ridículas, pero no lo son, y es el paso previo a que cuando te haces adulto, miras a tu alrededor y ves que la amistad es una utopía que muy pocos saben como manejar. Tienes gente con la que compartes risas, cenas, los compañeros con los que juegas a cualquier deporte o vas al gimnasio, con los que compartes cursos y aficiones, y con los que pasas el verano, y muchas veces confundes todo esto con amistad, y ese es el error, estamos rodeados de conocidos y gente con la que pasarlo bien, sino ya no entrarían en nuestro círculo, pero realmente ser amigo de alguien es un trabajo laborioso, te lo tienes que currar a diario, y para siempre, no puedes fallar. Yo los puedo contar con los dedos de una mano, y todavía me sobran, y me esfuerzo en mantenerlos y en reflexionar que para que una amistad funcione se debe luchar en la misma dirección y no tiene que ser uno el que estire la cuerda, sino un día uno y otro día, el otro, compensar, y hacer las cosas porque te salen del corazón, porque realmente lo sientes, pero sin expectativas ni intercambios. Músicas como “Friends will be friends” o amigos para siempre, nos recuerdan lo importante que son los amigos, y el refranero español ya lo dice: QUIEN TIENE UN AMIGO, TIENE UN TESORO, y de los más preciados.
Este jueves Bruno está triste. Así se deduce de su blog. ¿Le habrá fallado algun amigo?.Yo quizás sea la otra cara de la moneda, ya que siempre me he considerado un hombre rico en amigos. Cierto es que me lo he currado, pero el resultado es excelente y hace que vea la AMISTAD, así en mayúsculas en todas partes. Películas? El señor de los anillos (Sam y Frodo), Las normas de la casa de la Sidra y cien más. Y en cuanto a novelas, en casi todas hay componentes de amistad. Así que pues, ¡¡Arriba el ánimo Bruno!!, que la amistad como el sol, cada día está ahi, aun que a veces las nubes no nos la dejen ver.
Joan
Querido Bruno,
Tiene que ser duro moverse en el mundo en el que tú te mueves: eres una bisagra en la industria editorial. Y como una vez dijo Ruiz Zafón, el mundillo literario tiene mucho de mundillo, y muy poco de literario; y yo, que también tengo alma ratonil y voy de escondrijo en escondrijo buscando amparo y protección en la oscuridad, doy fe de ello por experiencia propia.
La industria editorial convierte en negocio algo que acontece, cual milagro, nacido de una materia prima formada de ilusión y de talento, de vocación, de creatividad, de fluídos íntimos surgidos de los rincones más profundos del alma de escritores y poetas.
El oficio de escritor tiene algo de mágico, de paranormal, porque a veces ni uno mismo sabe cómo ha llegado a escribir eso, cómo de su voraz instinto de contador de historias ha podido nacer semejante personaje, esa trama tan extraña o ese desenlace final. Muchos escritores se quedaron en el camino, coqueteando con el desequilibrio mental o con el manicomio, y muchos de ellos -demasiados- incluo se quitaron la vida.
Trabajar a medio camino entre esa panda de artistas desvalidos y un poco locos que venderían su alma al diablo por ver su obra publicada y por ver sus títulos en las listas de más leídos, y esa otra panda de directivos de empresas que -supongo que legítimamente- ansían el beneficio fácil y sin riesgos y desconfían de lo que no pueden controlar -el tsunami digital que está por arrasarles- debe ser desquiciante, y sí, los verdaderos amigos deben brillar por su ausencia.
Ánimo, Bruno! Estamos todos igual.
Hola, Bruno. La verdad es que los amigos son como diamantes, son pocos, raros, pero por eso tienen un valor inestimable. Creo que siempre tenemos que hacer lo posible para que luzcan, por eso hay que cultivarlos.
Una película que me gusta sobre la amistad es «Thelma & Louise». Me pasa un mensaje de lealtad. Un abrazo!
Hola Bruno. Una gran película sobre la amistad: «Cadena perpetua». ¡Que las cenizas del volcán islandés no enturbien vuestro ánimo!
Saludos
Una amistad es como un jarrón, cuando cae al suelo y se rompe en pedacitos, por mucho que te esmeres y le pongas todo el empeño del mundo en pegar todos y cada uno de los pedacitos, siempre tendrá grietas. Ya no servirá para ponerle agua que alimente y mantenga fresca las flores, probablemente el agua se filtre por esas grietas….Puede que ese sea el momento de tirar los trozos y pensar en otro jarrón porque, ese en concreto, tal vez ya haya cumplido su misión en nuestras vidas y nosotros en la suya.
A mí, como a todos, también se me han roto algunos jarrones, alguno incluso se me resbaló de las manos, por un descuido,pero la vida siempre me regaló otros, con flores incluidas.
Hola! Es el primer dia que entro en tu blog:
Comparto todas vuestras aportaciones, destacando la lealtad como la base de una buena amistad con algunas de las cualidades que conlleva: la discreción para guardar una confidencia, saber defender el buen nombre del amigo/a (que tengan siempre las espaldas cubiertas nuestros amigos), y la sinceridad y sencillez en el trato mútuo. Y como bien dice, Bruno, no pedir nada a cambio… y reconocer como el que la amistad es un tesoro.
Tres títulos, según mi opinión sencillos pero enriquecedores:
Libro: «La nieta del señor Linh» de Philippe Claudel
Películas: «Los gritos del silencio» y «Conversaciones con mi jardinero». Un abrazo!
Comparto totalmente la reflexión, hay muchos conocidos , muchos compañeros circunstanciales de viaje, pero amigos, AMIGOS, poquitos. Los amigos son los INCONDICIONALES, como las ESTRELLAS, sabemos que aunque no los vemos SIEMPRE están ahí. Los amigos nos permiten ser tal como somos, sin juzgarnos, fluyendo con libertad y confianza, nos permiten instantes de auténtica INTIMIDAD.
Por algún motivo desconocido, me ha venido a la mente una deliciosa película de Eric Rohmer «el amigo de mi amiga», y un libro precioso: «Martes con mi viejo profesor». Tal vez, si releyera el libro o viera la película de nuevo, cambiaria de opinión…o no.
Otra película que me viene a la mente, «El gran azul»…¿amistad o rivalidad????, es igual, una película sublime,la amo incondicionalmente.
BRUNO, AGRADEZCO ÉSTE INSTANTE DE REFLEXIÓN SOBRE LA AMISTAD!!!
Bruno, tienes algo de razón, aunque reconozco que vivo enganchada al facebook, por trabajo, por una parte, pero me permite saber de aquellos que son amigos pero esta vida que llevamos no nos permite ni telefonear. Sé que Laura està bien, que a Vane le queda 1 mes para que nazca Carlota, sé que a Sílvia hoy ha visto el arcoiris….me gusta saber que la gente está bien, y si no lo está me gusta poder animarla aunque sea virtualmente. La amistad hay que consevarla, como sea, cada uno tiene su método!
Es curioso, mientras en el trabajo, la calle y en los medios de comunicación todo el mundo se queja de los recortes salariales, del déficit, de la subida del IVA… Bruno nos deja una reflexión sobre la amistad.
Me pregunto si también es un valor a la baja, o si -peor todavía- ni siquiera es un valor, porque no produce beneficios contables.
A medida que voy sumando años, voy adquiriendo conciencia que no sólo es importante poder contar con buenos amigos, sino que imprescindible. La vida te va llevando por caminos difíciles de recorrer sin ellos. Los hijos crecen , los padres envejecen, en ocasiones tropiezas con piedras que te lastiman en lo más hondo… Un amigo, un verdadero amigo, sin juzgar puede ayudarte a levantarte de nuevo, en silencio puede acompañar tu soledad haciéndola más soportable. Pero ¡claro! Los amigos no crecen en los árboles, hay que cuidarlos, dedicarles tiempo, saber escuchar, permitir que no siempre estén de acuerdo contigo, regalarles pedacitos de intimidad… y, con demasiada frecuencia, estamos muy ocupados. Ocupados en preocuparnos. Hace falta una buena dosis de generosidad para dejar de lamentarnos y ponernos en la piel del otro, dejar de mirarnos el ombligo y mirarle a los ojos. Hacerlo puede tener consecuencias, quizás nos necesite…
Tengo una libreta naranja, que siempre llevo encima. En ella guardo reflexiones, ideas, citas que voy anotando…
Estoy segura que a Bruno le gustará una de mis favoritas. Hoy me permito compartirla con vosotros:
“Nunca es largo el camino que conduce a la casa de un amigo”
Juvenal
Un abrazo, amigo, querido Bruno y ¡buen fin de semana!